AGENCIA UNO

A los 90 años falleció el ex sacerdote Fernando Karadima, culpable de abusos sexuales en la Iglesia Católica. Su muerte se produjo el domingo, a las 21:20 horas, en el Hogar San Juan de Dios, a causa de una bronconeumonía, insuficiencia renal, diabetes melitus e hipertensión arterial.

La noticia generó reacciones inmediatas de algunas figuras políticas de Chile, quienes, de forma generalizada, condenaron al ex párroco por sus acciones en vida.

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Erika Olivera, diputada independiente, señaló que Karadima “no murió en una cárcel porque no recibió sanción penal: sus delitos prescribieron. Imprescriptibilidad de delitos sexuales a cualquier edad”.

Por su parte, la constituyente por el distrito 9 Bárbara Sepúlveda afirmó que otro abusador sexual de menores de edad murió “en la impunidad que le otorga la Iglesia Católica”. Además, envió su apoyo a las víctimas del fallecido.

En tanto, el diputado independiente Pablo Vidal manifestó que murió “un pederasta, abusador sexual y figura infame de nuestra historia reciente”.

Karol Cariola, diputada comunista, escribió: “no olvidar jamás, hora se transforma en la única manera de hacer un poco de justicia ante el manto de impunidad que rodea lo que conocemos como el caso Karadima”.

En esa misma línea, la consejera regional de Valparaíso por el Frente Amplio, Nataly Campusano, apuntó a la “impunidad total” y definió al fallecido como “uno de los símbolos de la injusticia” presente en los últimos 30 años en nuestro país.

Por otro lado, el diputado de la UDI Sergio Bobadilla llevó la discusión a otra vereda apuntando a “los que no eran Karadima” y que “violaron y asesinaron a 1.600 niños del Sename”.


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