Fue un revuelo cuando en 2008 Postinor 2, la “píldora de día después”, cerraba sus registros en Chile tras una serie de presiones por parte de grupos opositores que alegaban que el fármaco era abortivo y dañino para la salud de la mujer.

Un año después, el mismo laboratorio húngaro que lo producía, Gedeon Richter, reinsertó en Chile el método de anticoncepción de emergencia femenino oral, bajo el nombre de Escapel 1, que obtuvo la autorización del Instituto de Salud Pública (ISP) y su inclusión en el petitorio mínimo de las farmacias, que establece que todos estos establecimientos están obligados a disponer del producto.

La nueva “píldora del día después” venía en una dosis (una pastilla) de 1,5 mg de levonorgestrel (sustancia que inhibe la ovulación), el doble de lo que contenía cada una de las dos pastillas de Postinor 2, y que fue respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como más eficaz y segura para evitar el embarazo, en comparación con la primera presentación.

En 2010, en Chile se promulgó la Ley 20.418, que establece que “toda persona tiene el derecho a elegir libremente y sin coacción de ninguna clase y de acuerdo sus creencias o formación, los métodos de regulación de la fertilidad femenina y masculina que cuenten con la debida autorización y, del mismo modo, acceder efectivamente a ellos”, e incluye a menores de 14 años.

La promulgación de esta ley permite que toda persona acceda a la píldora de emergencia, solicitándola en servicios públicos o comprándola en farmacias del país, y cinco años después, el ISP emitió un decreto que permite que además se pueda obtener sin receta médica.

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Después de una década

Han pasado 10 años desde la reinserción del método anticonceptivo de emergencia oral, y si bien el país ha mejorado el nivel de distribución y entrega de la anticoncepción hormonal de emergencia, un estudio de Miles Chile revela que en el país aún existe un 8,3 % de municipios que no entrega la píldora del día después en los servicios de salud pública correspondientes.

Para el Dr. Guillermo Galán, médico ginecólogo, director del Centro de Capacitación e Investigaciones Clínicas (CCIC), y Presidente de Miles Chile, el uso del método anticonceptivo de emergencia oral no cobra fuerza por falta de conocimiento y por mitos que aún giran en torno a él.

“El bajo uso de Escapel y sus derivados se debe, en parte, a que existe un grupo no despreciable de la población que no obtiene la píldora por desinformación, o bien, porque aún piensa que es abortiva”, argumenta.

Por lo anterior y con el fin de evitar mayores desinformaciones en torno a la “píldora del día después” el Dr. Galán explica, a grandes rasgos, qué es el fármaco, para qué sirve y cuál es su real impacto en la usuaria:

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1.- Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE): Escapel es un método anticonceptivo de emergencia hormonal oral, más conocido como “pastilla del día después” y que evita o retrasa la ovulación. Se usa para evitar un embarazo no planeado después de una relación sexual sin protección o cuando el método utilizado falla: ruptura de condón u olvido del método habitual. Para que el fármaco logre su efecto, debe tomarse hasta 120 horas posteriores a la relación sexual desprotegida, pero su efectividad disminuye con el paso del tiempo.

2.- No es abortiva: La evidencia científica ha demostrado que el método es un inhibidor de la ovulación y por ello, impide la unión del espermio con el óvulo; en palabras simples, jamás actúa sobre un embarazo que ya se hubiera iniciado. Si una mujer embarazada llega a ingerirlo, no le pasará nada ni tampoco al feto.

3.- No es un “bombazo de hormonas”: Mucho se ha comentado que la píldora del día después es dañina por contener gran cantidad de hormonas. Eso es completamente falso, puesto que las hormonas se metabolizan en 24 horas.

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4.- Todas las mujeres pueden administrarlo: Cualquier mujer puede usar el fármaco. Incluso, la píldora puede ser administrada por mujeres que tienen patologías mamarias, hipertensión, diabetes, entre otras enfermedades.

5.- No produce efectos secundarios graves: Produce efectos, pero nada grave. Existe un 25% de probabilidades de que el fármaco, una vez administrado, cause un poco de náuseas, mareos y vómitos.

6.- No incide en el aumento del VIH: Este mito surgió por dichos del ministro de Salud, Emilio Santelices, quien señaló que el uso de la píldora del día después, en desmedro del uso del condón, incidía en el explosivo aumento del VIH en la población chilena. Esto es absolutamente falso, pues no existe estudio en el mundo que vincule el contagio del VIH con el método PAE.

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