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¿Menos parlamentarios o menos dieta? Es el dilema que se instaló en La Moneda y el Parlamento a raíz del proyecto impulsado por el Frente Amplio para reducir la dieta parlamentaria.

Desde el Gobierno se inclinan por reducir la cantidad de parlamentarios, pero la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, defendió que “tenemos fuerzas políticas que antes no estaban cuando teníamos un sistema binominal, en cambio ahora se enriqueció”.

Pese a que el Presidente Sebastián Piñera también invitó al Congreso a apretarse el cinturón, la urgencia al proyecto frenteamplista no está garantizada: una reforma constitucional para que la remuneración de un parlamentario no siga atada a la de ministros de Estado.

En Chile Vamos argumentaron que no están dispuestos a bajarse la dieta si no se toca a otros altos cargos públicos. El presidente de RN, Mario Desbordes, aseguró que su dieta parlamentaria “no es más, incluso es menos, que muchas remuneraciones del sector público, porque están fijadas por ley”.

Crítica que fue respaldada por el diputado DC Gabriel Silber, quien dijo que “es bastante pobre decir que con la rebaja a una parte de las autoridades se va a mandar una señal al resto de la población. O esto es a la vena, o mejor no lo hagamos“.

Pero el debate está instalado y el Congreso Nacional se tendría que sumarse a la a veces incómoda austeridad. El dilema es si bajar la dieta parlamentaria -cercana a los 7 millones de pesos mensuales- o bajar el número de diputados. La Moneda tendrá que decidir qué camino seguir o si seguir ambos.

Lo cierto es que si las iniciativas avanzan, tal vez Chile podría al fin dejar de liderar un ranking poco digno de orgullo: ser uno de los países con las dietas parlamentarias más altas en el mundo.

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