Leda Bergonzi, la argentina popularmente conocida como la “sanadora de Rosario”, en relación a la ciudad portuaria al noroeste de Buenos Aires, provoca una efervescencia en cada lugar donde va.
Así lo ha demostrado en su visita a Chile, donde logró convocar a cerca de 6 mil personas en el Templo Votivo de Maipú. Algunos han soportado altas temperaturas desde ayer, otros decidieron acampar en el lugar con el propósito de tener una vista privilegiada.
La mayoría de las personas son adultos mayores o enfermos terminales que buscan una oportunidad para mejorar su estado de salud al encontrarse con Bergonzi.
¿Quién es la “sanadora de Rosario”?
Leda Bergonzi es fundadora de la comunidad Soplo de Dios Viviente, esta organización realiza predicas, oraciones y retiros de sanación, adoración eucarística, misas, rosario y coronillas.
De hecho, según la prensa argentina, el nivel de popularidad de Leda Bergonzi ha llegado a niveles tan altos, que el municipio de Rosario en una oportunidad le ofreció un predio para que pudiera recibir a sus seguidores, entre la multitud se encontraba la familia de Lionel Messi.
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La madre del astro argentino, Celia María Cuccittini, acudió junto a su hijo Matías, para ser bendecidos por la “sanadora”.
Marcial Sánchez, experto en iglesia católica, señaló que el fenómeno de Bergonzi se puede comprender como un “tema de fe, dicen que la fe mueve montañas. Entonces los cristianos dicen: ¿cómo no va a sanar una enfermedad”.
En ese sentido, planteó que para los feligreses cristianos es bastante común, explicando que en la espiritualidad evangélica se dan estas situaciones de sanaciones.
“En el mundo católico es normal, pero no se publicita tanto, y en el caso de ella, durante mucho tiempo no lo publicitó”, agregó el Doctor en Historia.
Fieles asisten a ver a Leda Bergonzi en el Templo Votivo de Maipú. Agencia Uno
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Roberto Caferra, periodista de Radio 2 Rosario, conoce bastante bien este tema, ya que ha seguido a la “sanadora” en sus ceremonias. “He visto gente de Chile llegando en Colectivos, también de Paraguay y Uruguay. Ha sido una industria turística vinculada a la religión, llegando de todos los lugares”, relató.
“Ella observa, atiende e interviene sobre esa salud espiritual de 10 mil personas en cada ceremonia. Yo no sé si es sanadora. Sé que mucha gente va a visitarla para ver qué pasa con su cáncer, enfermedad terminal o gente que se está disputando con la muerte día a día”, concluyó.
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