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Una denuncia por violación contra Gabriel Ramírez, ex consejero político de Revolución Democrática, vuelve a poner en tensión los principios y políticas del Frente Amplio.

Estos hechos, que fueron de conocimiento público desde fines de 2017, siguen generando controversia, no solo por la gravedad de la denuncia, sino por las críticas que han surgido por la poca celeridad del proceso y la postura que ha tomado el partido.

Fue este viernes que un reportaje de la revista digital Es Mi Fiesta reveló “lo que no se hizo y lo que no se dijo” al interior de Revolución Democrática.

Noviembre, 2017

La situación fue informada al Tribunal Supremo de la colectividad y Ramírez fue suspendido de su cargo. Esto fue informado a través de un comunicado oficial del partido y a través de las redes sociales del mismo ex consejero.

“Ante la denuncia de abuso sexual realizada por una estudiante, que involucra a un consejero de Revolución Democrática, la Directiva Nacional informa que ha puesto a disposición del Tribunal Supremo del Partido todos los antecedentes disponibles, solicitando que sesione de inmediato y que aplique el máximo rigor y celeridad en su investigación”, comunicaron el martes 7 de noviembre de 2017.

Además, ofrecieron la colaboración necesaria para la denunciante, de forma tal que los hechos fueran conocidos por el Ministerio Público.

Esta denuncia tiene relación con hechos que habrían ocurrido en mayo de 2017 contra una estudiante, quien era integrante de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), pero cobraron mayor alcance luego que la Vocalía de Género y Sexualidad de la UDP, universidad donde Ramírez estudiaba psicología, lo informara a través de Facebook.

“Hoy como Vocalía queremos volver a hacer una denuncia contra un abusador, Gabriel Ramírez, estudiante de psicología de la UDP, militante de Revolución Democrática”, se lee al comienzo del comunicado, el cual continúa con el relato de la denunciante.

Ante las críticas y comentarios, Ramírez decidió interponer un recurso de protección, el que ordenó “que en lo sucesivo se abstendrán de realizar publicaciones en Facebook en relación con los hechos que se imputan al actor”.

Luego de esto, Gabriel decidió responder ante las acusaciones, señalando que eran “absolutamente falsas”, pero a pesar de ello decidía dar un paso al costado en su rol como consejero.

Tanto el comunicado de Revolución Democrática como las declaraciones de Ramírez fueron publicadas el mismo día martes 7 de noviembre.

Desde este punto comenzó el proceso de investigación al interior de la colectividad.

Agosto, 2018

Ya han pasado 9 meses de que se conocieran los hechos, y por cierto, tanto la denunciante como las organizaciones que la han acompañado creen que ha sido un proceso lento y poco definitorio.

De parte del mismo partido, Paula Poblete, secretaria general de RD, señaló que “es un caso muy delicado, pues siendo este un delito de acción pública previa instancia particular, solo la víctima podía interponer la denuncia ante el Ministerio Público y al no hacerlo, se limita el actuar de nuestra institucionalidad”, consigna El Desconcierto.

“En ningún caso hubo encubrimiento. Una vez que supimos del caso hicimos la denuncia al Tribunal Supremo, se le suspendió de su cargo y militancia mientras durara el proceso”, agregó Paula.

A partir de este caso es que Revolución Democrática habría creado un nuevo Reglamento de Violencia de Género  a finales de julio de este año, “como una medida para mejorar nuestros procesos internos”, aseguró la secretaria general de RD.

En tanto, todo el proceso fue revictimizante para la denunciante, quien tuvo que declarar vía Skype pues no se le aseguró que no tendría contacto con el denunciado. Incluso se le consultó si hubo penetración y cuál había sido la posición sexual.

En esa línea, otros miembros del partido han criticado la lentitud del proceso. Tal es el caso de la consejera política Francisca Millán, quien señaló que “el proceso ha sido lento, y esta falta de celeridad es una forma de revictimización”, consigna El Mostrador.

Por otra parte, la diputada y militante de RD, Maite Orsini, también comentó los hechos, asegurando que le cree a la denunciante.

Sin embargo, fue duramente criticada por otros usuarios de Twitter, principalmente por la falta de declaraciones durante estos 9 meses de procedimiento e investigación.

Por otra parte, desde el Observatorio Contra el Acoso Callejero Chile (OCAC) decidieron restarse de una actividad que se preparaba junto a Revolución Democrática y el Movimiento Autonomista.

“Nuestra fundación condena toda forma de violencia de género y particularmente la violencia sexual contra las niñas y mujeres, por ello y ante los procesos negligentes y revictimizantes, damos un paso al costado exigiendo que se tomen las medidas correspondientes”, consigna el comunicado del OCAC.

Otra de las críticas apuntan al presidente del partido, Rodrigo Echecopar, quien en el reportaje se limitó a contestar que “las respuestas oficiales del partido” las daría su secretaria general, Paula Poblete.

Además, en el reportaje de Es Mi Fiesta se asegura que habría sido él mismo quien propuso destinar un presupuesto de un millón y medio de pesos para costear peritajes psicológicos a la joven denunciante.

La denuncia

Los hechos narrados por la joven, quien prefirió ser conocida como F., son los siguientes:

“El día 28 de mayo, luego de haber consumido alcohol en una fiesta, procedí a irme en Uber con Y (N. de. E.: Y es Gabriel Ramírez), con quien hasta ese momento mantenía una relación informal. El estado de ebriedad en ambos era evidente, más aún, me mencionó en ese contexto que le impresionaba que yo aún ebria tenía la capacidad de hablar de manera clara. Había un ambiente de confianza hasta ese día. Llegamos a su casa y comenzamos a besarnos, cuando la instancia pasó a mayores, yo consciente de mi condición etílica, le pedí que no siguiera y me puse de costado con disposición a dormir. Desperté un rato después –no sabría decir cuanto- desorientada y siendo partícipe de una relación sexual que no recordaba haber consentido ¿ese no que dije antes no bastaba?. Me sentí vulnerada, volví a apartarlo y ponerme en disposición a dormir, esta vez, me sentía insegura y no estaba clara de lo que había ocurrido.

“En la mañana le comenté, en un tono de interrogación e interpelación que había ocurrido, y quizás ahí fue cuando fui consciente de un acto de violencia, pues su respuesta en vez de un cuidado hacia mi persona, fue consultarme si lo iba a denunciar porque él tenía cargos y quería hacer de su vida carrera política. No sólo ignoró mi negativa a una relación sexual con él, sino también, sobre puso su posición de poder anticipándose a la reacción que yo podría tener. Luego de yo mencionarle que no lo haría – al menos en ese momento- el me pregunta cómo estoy. Luego de eso, nuestra relación no se prolongó por más de dos semanas, tiempo en que, cuando carreteábamos, él me preguntó en más de una ocasión si iba a denunciarlo, con esa misma precaución y preocupación de su carrera política.

“Luego de haber terminado la relación informal entre nosotros, yo le solicité una mochila que le había prestado, fueron reiteradas las ocasiones donde él me decía haberlas dejado en un lugar al que cuando yo llegaba a buscarla no la encontraba, le preguntaba dónde estaba y me respondía que nos juntáramos a tomar café y fumarnos un cigarro, aún no estando juntos, seguía ejerciendo presión sobre mí en ese sentido. Yo necesitaba darle fin a lo vivido entre nosotros, creía que la devolución de la mochila era ese cierre. Pero la verdad, es reconocer que lo que viví en ese carrete, marcó un antes y un después, me puso en una condición de vulnerabilidad y transgredió mi capacidad de consentir, violentándome sexualmente”.

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