Este sábado el consejo nacional de la Juventud Demócrata Cristiana (JDC) informó que decidieron, de manera unánime, votar Apruebo en el plebiscito de salida para la nueva Constitución, el próximo 4 de septiembre, llamando además a los militantes de la DC a tomar el mismo camino.
“La Democracia Cristiana siempre, tanto en sus resoluciones y acuerdos internos, como en la acción gubernamental y en el congreso, ha promovido la redacción de una nueva constitución política” y que esta fue la razón por la que “apoyamos la opción Apruebo en el plebiscito de entrada”, dijo la agrupación de falangistas menores de 30 años.
En la misma línea, la militancia joven de la DC esgrimió que “si bien, aún no está terminada la propuesta del nuevo texto, con los elementos esenciales ya definidos, las normas transitorias aprobadas, y ante la multitud de actores y liderazgos tomando posición, nos corresponde como partido tomar una definición institucional”.
Asimismo, la organización enfatizó en que no consideran posible “un escenario de libertad de acción en esta disyuntiva” ya que “sería renunciar al rol que le cabe a un partido político en un proceso de estas características, aumentaría la confusión en la ciudadanía sobre qué piensa el PDC sobre la materia”, además de que esto último sería equivalente a “ocultar y postergar las diferencias internas que poseemos”.
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La entidad también destacó que en el borrador de la nueva Carta Magna “es posible destacar que quedaron incorporados una serie de elementos que son positivos”, aludiendo en que allí “se consagra un Estado social y democrático de derecho”. Además realzan el hecho de que “genera un nuevo trato hacia las regiones y comunas, permitiendo un desarrollo más armónico e integrado entre las distintas zonas del país”.
Por otro lado, las juventudes DC dan cuenta de que -desde su perspectiva- también habría una serie de “elementos de la nueva constitución que deben ser mejorados y modificados, para efectos de tener un texto armónico”, planteando que “se requiere de un gran acuerdo para modificar materias relacionados al sistema político, para efectos de mejorar la coordinación y el funcionamiento entre las distintas instituciones”.
“La propuesta de nueva Constitución (…) posee legitimidad democrática, permitiendo una discusión en un plano totalmente distinto al que se da con el texto vigente, que en sus disposiciones transitorias, permite un mecanismo de reformas mucho más flexible que la constitución actual”, aseguran, deslizando además que “no es posible confiar en que la derecha permita un nuevo proceso constituyente”.
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