Mientras el Gobierno trabaja en el proceso de reconstrucción para la Región de Valparaíso tras los incendios forestales que afectaron a 40.000 personas aproximadamente, el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo en Desastres (CIGIDEN) realizó un informe del catastro de daños a raíz de la catástrofe más grande de la década en el país.
El documento, realizado con la colaboración de la Secretaría de Planificación (SECPLA) de la Municipalidad de Viña del Mar, reveló que ninguna de las comunas afectadas tiene actualizados sus planes reguladores (Valparaíso, 2018; Viña del Mar, 2016; Quilpué, 2014 y Villa Alemana, 2002), y que la determinación de área de riesgo no se aplicó a estos planes.
El equipo de investigación, que demoró tres días en realizar el catastro con ayuda de imágenes satelitales, determinó que 9.215,9 hectáreas fueron consumidas por el fuego (sectores urbanos, agrícolas y forestales) en Valparaíso, Viña, Villa Alemana, Limache y Quilpué.
Daños tras el impacto del megaincendio
Tras el megaincendio, los expertos estimaron que hay 9.828 edificaciones afectadas en Viña del Mar. Además, un 45% de la cobertura pastizal-arbustiva y un 10% de suelo construido fueron quemados, es decir, el incendio impactó al 34% de la superficie de la comuna.
En Valparaíso, el fuego afectó a un 38% de la superficie comunal.
FOTO: MANUEL LEMA OLGUIN/AGENCIAUNO
Por otro lado, indicaron que los sectores más perjudicados son ocho: Los Almendros B, Villa Independencia, Villa Arauco, Alto Horizonte, El Olivar I, El Olivar II, Villa Hermosa y Villa Rogers.
El daño en infraestructura crítica parcial es de un 46%, mientras que un 53,2% tuvo daño completo. El daño en el equipamiento vecinal y urbano fue de un 42,1% parcial y 57,9% completo.
Las empresas Tricolor y manufactureras sufrieron un daño de 29,8%; postes de alumbrado público un 23,4%; transporte público (líneas de tren y garitas de buses) un 6,4%; torres de alta tensión en un 4,3% y finalmente, un colegio y CESFAM un 2,1% del total.
Los especialistas también determinaron que el trazado de las calles es irregular, hay un colapso de redes críticas (eléctrica y agua), falta de simulacros para incendios, manejo de sustancias agravantes al fuego, diseño urbano con vías de evacuación y rutas expeditas para bomberos, entre otras.
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