El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, descartó que la institución uniformada haya llevado a cabo una política de ataque sistemático contra la población durante las manifestaciones del estallido social.

La máxima autoridad fue sometido este jueves a un interrogatorio por la fiscal de Valparaíso, Claudia Perivancich, en el que fue consultado sobre si existió una orden para ” desplegar una política de ataque sistemático a la población civil”.

“Lo descarto absolutamente. La mejor demostración de ello es que no haya existido ninguna persona fallecida por el actuar de Carabineros”, dijo según consigna El Mercurio.

Lee también: Desvincularon de Carabineros al ahora ex teniente coronel que organizó fiesta en Providencia

“Muy por el contrario, las más de ocho instrucciones que impartí, fueron en el sentido contrario, esto es cumplir con los protocolos establecidos, desplegar controles de línea, respetar integridad de detenidos y esto aún en situaciones de agresiones a carabineros, o en que se hayan visto sobrepasados, por mucho que se haya tenido el interés por recuperar el orden público”, añadió.

Con respecto a cómo bordó Carabineros los casos de personas que sufrieron lesiones oculares, Yáñez aseguró que la situación fue evaluada diariamente por su antecesor Mario Rozas. 

“El general director fue evaluando la situación hasta que se acotó el uso de la escopeta antidisturbios solo a nivel 5 (amenaza que pone en riego la vida). También se fueron disponiendo cursos de acción concretos, por ejemplo, que respecto de cada funcionario que usaba una escopeta antidisturbios debía registrarse de cargo personal el arma y también el uso obligatorio de una cámara personal que debían portar en el ejercicio de sus funciones”, indicó.

En el caso de quienes resultaron heridos por  escopetas antidisturbios, aseguró que estas no son armas de precisión, y que, al ser percutadas, las municiones se dispersan, por lo que no se puede controlar el disparo.

“No es un arma de precisión. La escopeta usa un cañón no estriado. Es un arma defensiva. Al disparar la munición sus postas se dispersan. A mayor distancia de disparo, la dispersión es mayor. No es posible, por tanto, para el disparador, controlar el disparo, a menos que se actúe conforme a protocolo”, añadió.

Tags:

Deja tu comentario