El organismo abogó por que se evalúe la reubicación de la iniciativa INNA a una zona más distancia, ya que actualmente se prevé que esté emplazado entre 5 a 11 kilómetros del Observatorio Paranal, instalación que "depende de cielos excepcionalmente oscuros y estables, condiciones que podrían verse severamente comprometidas" con la llegada de este nuevo proyecto.
El Consejo de Rectores y Rectoras de las Universidades Chilenas (CRUCH) expresó su preocupación por la puesta en marcha del megaproyecto industrial INNA, liderado por AES Andes.
A través de un comunicado, el organismo manifestó que la instalación de la iniciativa representa una “amenaza” para los cielos de la Región de Antofagasta y para las operaciones del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Paranal, así como el futuro del Extremely Large Telescope (ELT) en el Cerro Armazones.
Además, el proyecto, que incluye instalaciones de amoníaco verde e hidrógeno y parques eólicos y solares, estaría ubicado “a una distancia crítica de entre 5 y 11 kilómetros del observatorio”.
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La poca distancia podría generar daños significativos, tales como “contaminación lumínica, que afectaría la precisión y sensibilidad de los instrumentos astronómicos; la turbulencia atmosférica generada por las turbinas eólicas, que degradaría la calidad de las observaciones científicas; y la emisión de polvo, que dañaría los espejos y equipos sensibles de los telescopios”.
En el escrito, el Consejo recalcó que el Observatorio Paranal ha sido protagonista de importantes descubrimientos, por ejemplo, la primera imagen de un exoplaneta y la investigación de estrellas “alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea, que fue clave para el Premio Nobel de Física en 2020”.
Junto con ello, el ELT -que está en construcción- es el telescopio óptico más grande de la humanidad y se constituye como la mayor inversión a la fecha en astronomía óptica terrestre.
Su creación, además, transformará de manera radical la comprensión humana del cosmos, y reafirmará la posición de Chile “como epicentro global de la investigación astronómica”. “Estas instalaciones dependen de cielos excepcionalmente oscuros y estables, condiciones que podrían verse severamente comprometidas por el megaproyecto INNA”.
Si bien el Consejo subrayó que comprenden la importancia de proyectos que vayan en pos de la transición energética y el desarrollo sustentable, estos deben ser “compatibles con la preservación del patrimonio científico y natural de nuestro país”.

Crédito: G. Hüdepohl (atacamaphoto.com)/ ESO
En esa línea, recalcaron que no hay medidas de mitigación que puedan garantizar la protección de los cielos, en las condiciones en las que se encuentran, por lo que “resulta imperativo evaluar una reubicación del proyecto a una zona más distante, aprovechando los extensos recursos territoriales de Chile”.
“La protección de los cielos del desierto de Atacama no es solo un compromiso con la ciencia, sino también con las futuras generaciones, para quienes debemos preservar este patrimonio inigualable”, cierra el comunicado.
Créditos de la imagen destacada: ESO