El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció el crimen lesbofóbico de Ana Almonacid (39 años), quien murió luego de que José Omar Barría Imío le rociara bencina en su propio domicilio.
El crimen ocurrió el pasado 12 de marzo en Puerto Montt. Un testigo la trasladó a las cercanías de la casa de su hermano, ubicada a dos cuadras de los hechos. Luego, Ana fue internada en el Hospital de Puerto Montt, donde falleció el pasado 15 de abril debido a las lesiones.
El componente lesbofóbico del crimen fue mantenido en reserva por la familia y el Movilh para no entorpecer las investigaciones del caso y dar con el paradero del agresor, quien el pasado lunes, y tras permanecer prófugo por varios días, se puso a disposición del juzgado de Garantía Puerto Montt.
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Barría fue formalizado y deberá permanecer en el Complejo Penitenciario Alto Bonito de Puerto Montt los 120 días que durará la investigación.
La hermana de la víctima, Carla, señaló al Movilh que el ataque se originó luego de que José Barría se enterara de la orientación sexual de la víctima.
“Hay antecedentes de que con anterioridad este mismo sujeto había agredido a un hombre por su orientación sexual”, añadió.
La fiscal de Puerto Montt, Nathalie Yonsson, precisó que el ataque se trata del “primer delito de femicidio íntimo en razón de la orientación sexual de la víctima, tras la modificación legal que incluye esta figura”.
“Entre imputado y víctima no existía ningún tipo de parentesco o de relación. Únicamente una relación donde ambos se frecuentaban o eran conocidos. En virtud de aquello, se determinó que el móvil en virtud del cual el imputado atacó a la víctima se debe única y exclusivamente a la orientación sexual que tenía la víctima”, apuntó la fiscal.
En tanto, la vocera del Movilh, Daniela Andrade, señaló: “Repudiamos de manera enérgica y con toda nuestra fuerza el asesinato de Ana. La lesbofobia sigue matando en Chile y hoy cobra una nueva víctima”.
Asimismo, Andrade anunció una querella y, además, que pondrán “todos los antecedentes a disposición de la Subsecretaría de Prevención del Delito y del Ministerio de la Mujer y de la Equidad de Género para que también brinden ayuda legal y psicológica a la familia de Ana. Este crimen no puede quedar impune”.
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