NICOLAS LE-BLANC / AGENCIA UNO

(EFE) – Un hombre de origen colombiano, de 26 años, fue encontrado sin vida en la frontera entre Chile y Bolivia, cerca de la localidad de Colchane, informaron este lunes autoridades locales.

Según las primeras informaciones, el fallecido se adentró dos kilómetros en territorio chileno, específicamente en el bofedal de Pisiga Carpa, un área vasta y pantanosa que alcanza altas temperaturas durante el día y desciende por debajo de los cero grados por las noches.

Tras el hallazgo, la policía uniformada dio cuenta al equipo médico del Centro de Salud Rural de Colchane, quienes certificaron que la persona se encontraba sin vida. Las causas de su deceso son materia de investigación.

“Otra vez más la muerte de un migrante enluta a nuestra comuna. Esta muerte da cuenta que los ingresos irregulares por pasos no habilitados se mantienen, por lo que hago un llamado a los migrantes que deseen ingresar a Chile que lo hagan de forma legal y no arriesguen su vida o la de sus seres queridos”, dijo el alcalde de Colchane, Javier García Choque.

Colchane, con casi 1.600 habitantes y ubicado a 3.700 metros de altura en pleno altiplano, ha quedado desbordado en múltiples ocasiones por las oleadas migratorias, en su mayoría compuesta por ciudadanos venezolanos, peruanos, haitianos y colombianos.

Tanto la línea fronteriza como la localidad misma están bajo un fuerte resguardo policial y militar, por lo que la migración irregular ha buscado rutas alternativas lejanas para así evadir los controles, según dijeron a EFE fuentes locales.

La migración irregular no es un fenómeno nuevo en el país, pero en los últimos años se disparó exponencialmente. Cerca de 44 mil personas ingresaron de forma irregular durante 2023 vía pasos clandestinos, según la Policía de Investigaciones (PDI).

Desde la Cancillería, Chile ha subrayado la necesidad de establecer una “coordinación regional” en el continente para enfrentar los fenómenos migratorios, que en el caso de Venezuela ya supera las seis millones de personas, comparable con la huida de la guerra civil en Siria y los intentos por llegar a Europa a través del Mediterráneo.

La ley de migraciones, promulgada en 2021 bajo la segunda administración de Sebastián Piñera, exige obtener visas en los consulados chilenos de los países de origen para evitar que extranjeros ingresen como turistas y cambien su calidad migratoria para buscar trabajo.

El Observatorio de la Migración Responsable registró que en 2021 la cifra de entradas irregulares al país se triplicó y pasó de poco más de 16 mil en 2020 a 56.856.

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