Tras una reunión en La Moneda en la que participaron sus principales líderes, desde el oficialismo decidieron avanzar solo en el pacto inicial suscrito con la centroizquierda en torno a la creación de una nueva Constitución y dar por finalizadas, por ahora, las negociaciones sobre el acuerdo complementario.
En la cita estuvieron presentes el presidente Sebastián Piñera, el ministro Gonzalo Blumel y los presidentes de RN, Mario Desbordes, de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, y de Evópoli, Hernán Larraín Matte.
El propósito era precisamente zanjar las disputas internas en torno al acuerdo que se firmó durante la madrugada del pasado 15 de noviembre, y de este modo enviar a tramitación la reforma que habilita el proceso constituyente.
El principal punto de conflicto entre el oficialismo y la oposición ha sido establecer en el acuerdo complementario cuotas reservadas de escaño para independientes, pueblos originarios y de género, y es precisamente este asunto el que tiene trabajadas las negociaciones.
En un comienzo desde Renovación Nacional se manifestaron dispuestos a incorporar una cláusula que solicitaba la oposición para que en la mencionada reforma se estableciera que podría complementarse con otras iniciativas. Sin embargo, la postura de la UDI desde un comienzo fue de negativa absoluta.
Finalmente, tras el encuentro, la postura oficial de Chile Vamos fue la de ratificar el acuerdo inicial del 15 de noviembre pero que el resto de los temas que hoy generan conflicto “se verán más adelante”.
De este modo, se dio luz verde para que se envíe la reforma que habilita el proceso y se pospone el análisis de las medidas restantes. De acuerdo a una publicación de La Tercera, los asistentes dicen que la UDI cedió en su idea de fijar un plazo perentorio para esas otras modificaciones.
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