Este jueves, y tras la renuncia de Mario Rozas, el presidente Sebastián Piñera designó a Ricardo Yáñez como el nuevo general director de Carabineros, quien hasta ayer se desempeñaba como subdirector de la institución uniformada.
Anterior a eso fue director nacional de Orden y Seguridad, cargo en que se desempeñó durante la crisis por el estallido social. Debido a esto, Yáñez debió declarar en calidad de testigo por el caso de Gustavo Gatica, joven que perdió la visión de ambos ojos debido a heridas causadas por el impacto de perdigones lanzados por Carabineros durante las manifestaciones.
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Yáñez declaró frente al Ministerio Público el pasado 5 de diciembre de 2019 en dependencias de la Fiscalía Centro Norte. Allí explicó, según la declaración a la que tuvo acceso CNN Chile, que en ese entonces tenía bajo su mando todas las jefaturas de zona a nivel nacional, así como zonas especializadas de la Dirección de Investigación Criminal y drogas, seguridad privada y Familia, además de Fronteras.
Especificó además que la zona de control de Orden Público dependía de la Zona Metropolitana y no directamente de él.
Gustavo Gatica
Los hechos que dejaron a Gustavo sin visión ocurrieron el 8 de noviembre del año pasado, y casi un mes después, Yáñez se presentó ante la Fiscalía para entregar antecedentes de cómo se procedió al interior de la institución luego de este caso y cuáles eran sus responsabilidades en ello.
Según indicó en ese entonces, no recordaba cuándo se enteró de lo ocurrido a Gatica y agregó que “este hecho lo denunció la propia prefectura de FFEE. La información original que yo recibo es que el hecho ocurrió en Vicuña Mackenna con Alameda”.
Por otro lado, aclaró que tenía entendido que el responsable sería un capitán y que el parte presentado por Carabineros fue “muy escueto”, ya que “se denuncia un contexto general, solo el uso del arma, y el saber que estaba una persona lesionada de quien no se obtuvieron más antecedentes”.
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Debido a lo mismo, y a la presunta falta de información, el actual general director de Carabineros declaró no haber informado sobre Gatica al subsecretario del Interior – en ese entonces Rodrigo Ubilla-, porque “no teníamos antecedentes respecto a la víctima, nada”.
Al término de su declaración, Yáñez reiteró su “voluntad de cooperar, en la Dirección tenemos mucha información consolidada. Queremos encontrar los responsables de quiénes incurrieron en inobservancia de los protocolos y que no solo le han hecho un grave daño a la institución, sino al país”, concluyó.
Protocolos
Con relación al armamento no letal antidisturbios, en particular escopetas, Yáñez indicó que estas corresponden a calibre 12 mm y las municiones perdigones del mismo calibre.
Además, informó que fue parte de las mesas de trabajo que definieron la actualización de la normativa del uso de fuerza por parte de los uniformados en las movilizaciones, precisamente al comienzo de ellas, luego de los incidentes registrados en el estallido social.
Detalló que en este caso, las capacitaciones al personal tenían que ser realizadas por personal de FFEE de cada zona y darse a conocer el protocolo y la modificación de la circular del Uso de la Fuerza.
Sobre el informe de 2012 de Labocar respecto de los efectos o riesgos del uso de la escopeta anti disturbios a menos de 30 menos, él declaró no conocerlo y tampoco sabía que Ciper lo había publicado. Ese texto especificaba sobre la peligrosidad del uso de perdigones a corta distancia y que sus disparos tenían que apuntar hacia las zonas inferiores del cuerpo.
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Añadió que también se realizaron nuevas pruebas de municiones ante los efectos producidos en la crisis y que se dispuso al Labocar hacer un análisis del cartucho de escopeta para ver su composición. Resultados que arrojaron que estaban compuestos de goma y que contradecían los entregados por la Universidad de Chile, que determinaban una composición a base de plomo.
“Al disparo con una pistola se le puede dar una dirección, y eso se nos enseña durante toda la carrera profesional. En el uso de la escopeta en cambio no se puede dirigir el tiro, si yo disparo a 8 o 10 metros lo puedo matar. A mayor distancia el impacto es menor, pero la dispersión de los perdigones es mayor. Lo que igualmente puede generar daño”, agregó Yañez en su declaración.
También indicó que su comunicación con el subsecretario del Interior en ese momento, Rodrigo Ubilla, era “frecuente y permanente” y que “como Director Nacional de Orden y Seguridad, tengo que llevar la consolidación de todos los eventos relevantes a nivel nacional (…) cuando hay situaciones con personas fallecidas, llevábamos un registro de toda esa información, y está consolidada”.
En cuanto a si dio alguna instrucción u orden para el correcto uso de las armas antidisturbios, indicó que se impartieron instrucciones por escrito, y que “además me reuní con videoconferencia con los generales”, sentenció.
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