Agencia UNO

El pasado 6 de diciembre la diputada Camila Flores (RN) vivió una compleja situación en el mall Casa Costanera, luego que fuera a comprar ropa a la tienda H&M junto a su marido Percy Marín.

La situación ocurrió cuando la parlamentaria llegó hasta la caja para pagar, momento en el que el trabajador se habría negado a atenderla.

Según acusó, el cajero la saltó y llamó a la persona que se encontraba detrás, argumentando que no la iba a atender por ser de derecha. Misma postura que indicó una segunda empleada del lugar, dándose inicio a un fuerte intercambio de opiniones entre los involucrados.

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Videos difundidos en redes sociales, dieron cuenta como la diputada y su pareja terminaron siendo expulsados de la tienda, donde finalmente no fueron atendidos.

Producto de esta situación, Flores presentó un escrito a la Corte de Apelaciones de Santiago para que se ordene a la empresa H&M no borrar las cámaras de seguridad.

Pese a que no se puede referir a los hechos, producto de la acción judicial que presentó, la diputada conversó escuetamente con Biobío, donde aseguró que fue “víctima de una situación de discriminación muy compleja y arbitraria”.

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No puede ser que a una persona se le niegue la atención por pensar políticamente de una manera, o tener una determinada religión”, agregó.

Además, criticó la violenta actitud de los trabajadores afirmando que “si me lo hacen a mí, imagina que le puede pasar a cualquier chileno”.

 

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