CNN Chile te explica: ¿Qué es y cómo funciona una acusación constitucional?
Este instrumento de control político permite al Congreso supervisar a otras autoridades del Estado, garantizando así la separación y el equilibrio entre los poderes.
La defensa del persecutor solicitó su restitución luego que la Corte Suprema desestimara la remoción que había pedido el fiscal nacional, Jorge Abbott.
Este lunes, Emiliano Arias retomó sus funciones en la Fiscalía Regional de O’Higgins, luego que el fiscal nacional, Jorge Abbott, levantara la suspensión tras la votación de la Corte Suprema.
La defensa de Arias había presentado la solicitud de restitución luego que el pleno de la Corte Suprema desestimara -por 11 votos contra tres- la remoción que inició el propio Abbott. Esto por las denuncias contra el persecutor por mal comportamiento y negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones.
En entrevista con El Mercurio, el persecutor se refirió a la posibilidad de renunciar a su cargo.
“En este momento se encuentra sobre la mesa (la renuncia). Es una decisión que estoy evaluando, y es una decisión muy trascendente como para tomarla apresuradamente”, afirmó.
Tras nueve meses alejado de sus funciones debido al sumario administrativo en su contra, expuso que se toma con tranquilidad el hecho de volver a trabajar.
“Lo primero que voy a hacer al volver a la Fiscalía de O’Higgins es ver el estado de la situación, en que está la región y enterarme, informarme de los graves delitos que han ocurrido en los últimos meses”, añadió.
Respecto a la relación profesional con Abbott, aseguró que la retomará y que está dispuesto a conversar con él.
“Yo no tengo problemas con la jerarquía en la medida en que se actúe dentro de la legalidad. Hay que ver qué es lo que ocurre también en aquello, pero más que estar preocupado de cómo me voy a vincular con el fiscal nacional, o con otros fiscales regionales en consejo, lo primero es preocuparme por la región y sus funcionarios”, aclaró.
Este instrumento de control político permite al Congreso supervisar a otras autoridades del Estado, garantizando así la separación y el equilibrio entre los poderes.