Durante su huida, el acusado se refugiaba en terrenos aislados, evitando contacto con personas y cambiando constantemente de lugar. Estos son los detalles del procedimiento de vigilancia que permitió detener al último de los presuntos involucrados en el crimen que conmocionó al país durante 2024.
Después de tres meses de vigilancia, uno de los involucrados en el triple homicidio de carabineros en Cañete, en abril de 2024, Tomás Antihuen, fue finalmente detenido por las autoridades la semana pasada.
Su captura se produjo hace solo 5 días, luego de un largo periodo en el que logró evadir a la policía, permaneciendo oculto en la zona de Antiquina, Región de La Araucanía, donde había estado escondido durante más de ocho meses.
Y este miércoles se dio a conocer detalles del procedimiento de vigilancia que permitió detener al último de los presuntos involucrados en el crimen que conmocionó al país durante 2024.
8 meses estando prófugo
Tomás Antihuen, de 22 años, había logrado escapar el 29 de julio de 2024, cuando sus hermanos, Felipe y Yeferson Antihuen, fueron arrestados, ambos actualmente se encuentran en prisión preventiva a la espera de juicio.
Según el fiscal Roberto Garrido, a cargo de la investigación, el acusado recibió un aviso sobre la inminente operación policial, lo que le permitió huir antes de la irrupción de las fuerzas de seguridad en su domicilio, consignó un reportaje de Meganoticias.
Durante su tiempo prófugo, Antihuen se refugiaba en un terreno que conocía como la palma de su mano, utilizando el terreno de la zona para ocultarse.
“Era un lugar sin cámaras de seguridad, con poca presencia de vehículos y drones, lo que le brindaba mayores posibilidades de escapar”, explicó el fiscal regional de La Araucanía.
La cabaña donde se encontraba escondido, propiedad de un detenido por otros delitos, José Melgarejo, le servía como refugio temporal y solo salía de vez en cuando para actividades específicas, entre ellas alimentar a los gatos que rondaban el sector.
No obstante, Antihuen nunca pernoctaba en el mismo lugar para evitar ser rastreado.
Según la investigación, el imputado se movía constantemente entre distintos puntos del Lago Lleu Lleu, donde incluso montaba carpas y se escondía en viviendas improvisadas.
Además, habría tomado medidas extremas para evitar ser descubierto, como reducir al mínimo sus contactos con otras personas, limitándose a interacciones esporádicas con familiares de manera presencial.
A pesar de la incertidumbre sobre su paradero, los investigadores lograron confirmar que había permanecido en la misma zona desde enero. Fue en los últimos días, cuando comenzó a seguir una rutina establecida, que las autoridades pudieron rastrear sus movimientos y detectar su presencia en la casa de Melgarejo.
El momento crucial llegó cuando, con la información recopilada, el fiscal Carlos Bustos solicitó al juzgado de Garantía de Cañete la orden de allanamiento.
El viernes pasado, las autoridades finalmente dieron con el paradero de Antihuen. Al ser arrestado, el fugitivo no opuso resistencia, aunque en su mochila llevaba consigo una UZI, el arma con la que se le acusa de haber asesinado a los tres suboficiales de Carabineros durante el macabro ataque.