Bajo los argumentos de que la víctima era “demasiado masculina y fea para ser violada”, una corte de apelaciones italiana absolvió a dos jóvenes que habían sido condenados por violar a una joven peruana que tenía 22 años cuando sucedió la agresión.
El caso se remonta a 2015 cuando los hombres, también originarios de Perú, pusieron drogas en el trago de la mujer mientras estaban en un bar. Los peritos médicos constataron que sus heridas eran coincidentes con un abuso y que había altos niveles de benzodiacepinas (medicamentos con efectos sedantes) en su sangre.
En una primera instancia los hombres habían sido condenados a 5 y 3 años de cárcel, uno de ellos en calidad de cómplice, sin embargo, las tres juezas de la Corte de Apelaciones de Ancona anularon la sentencia y acogieron los argumentos de los imputados.
Entre ellos, se mencionó que la joven tenía un aspecto muy masculino, que era fea y que a ellos no les gustaba para nada, hasta el punto de que el presunto autor de la violación la tenía registrada en su teléfono con el nombre de “vikingo”.
Indigna che si continui a valutare la donna vittima di violenza anziche' l'autore della violenza. Oggi anche #CGIL Marche ad Ancona al flashmob #siamotuttiVikingo con @RebelNtwk @cislmarche @rassegna_it @SusannaCamusso https://t.co/7menz7YVW4 pic.twitter.com/d0jETWObg5 pic.twitter.com/pHYq6Qvek2
— CGIL Marche (@cgil_marche) March 11, 2019
El fallo generó una serie de críticas y protestas, entre ellas la del viernes pasado -en el contexto del Día Internacional de la Mujer-, en que más de 200 personas llegaron hasta las afueras del tribunal para manifestar su rechazo a la decisión, que calificaron como “medieval”.
“Lo peor es el mensaje cultural que viene de tres jueces que absolvieron a estos dos hombres porque decidieron que era improbable que quisieran violar a alguien que se viera masculina”, afirmó Luisa Rizzitelli, vocera de Rebel Network, el grupo que organizó la protesta en Ancona.
Ante la ola de críticas, finalmente, la sentencia fue anulada en casación y el proceso de apelación deberá celebrarse de nuevo en la ciudad de Perugia.
El fiscal general de Ancona, Sergio Sottani, que impugnó la sentencia, pidió evitar que “las palabras que se utilizan puedan constituir una forma más de violencia contra la mujer” y rechazó que “la falta de atracción sexual del presunto violador por la víctima pueda representar un elemento en apoyo de la falta de responsabilidad“.
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