(CNN) – La reina Isabel II regresó este jueves al Castillo de Windsor tras pasar la noche del miércoles en un hospital mientras era sometida a “exámenes preliminares”, y pasará este viernes descansando y realizando tareas ligeras, según informó este viernes una fuente real a la CNN.
La reina debió cancelar abruptamente un viaje previsto a Irlanda del Norte esta semana. La monarca del Reino Unido, de 95 años, ingresó al hospital el miércoles y regresó al castillo de Windsor el jueves, según el comunicado del portavoz.
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“Siguiendo el consejo médico de descansar unos días, la reina acudió al hospital el miércoles por la tarde para algunos exámenes preliminares, regresando al Castillo de Windsor a la hora del almuerzo de hoy, y se encuentra con buen ánimo“, añadieron.
La reina tenía previsto asistir el jueves a un servicio religioso en la ciudad de Armagh para conmemorar el centenario de la fundación de Irlanda del Norte, pero aceptó “a regañadientes” las indicaciones médicas de cancelar el viaje, según informó previamente el palacio.
No obstante, se espera que asista a la conferencia sobre el clima COP26 en Glasgow, Escocia, a fines de octubre. Una fuente del Palacio de Buckingham dijo a CNN que la visita al hospital no se anunció inicialmente porque iba a ser una estancia corta, y señaló que la reina tiene derecho a la privacidad médica.
La estancia de una noche en el hospital fue por fines prácticos, manifestó la fuente, y agregó que el equipo médico tomó un enfoque cauteloso. La reina británica regresó a su despacho el jueves por la tarde y realizó tareas ligeras, añadió la fuente.
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Isabel II es la monarca que más tiempo lleva reinando en el mundo: ha presidido la nación durante casi siete décadas. A principios de esta semana, la reina rechazó el intento de una revista de otorgarle el título de “Anciana del Año”, diciendo que se sentía demasiado joven de corazón.
“Su majestad cree que uno es tan mayor como se sienta. Como tal, la reina no cree que cumpla con los criterios relevantes para poder aceptar y espera que encuentre un destinatario más digno”, decía una carta de su secretario privado adjunto, Tom Laing-Baker.
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