Los que podrían ser los líderes más importantes en Europa, Angela Merkel y Vladimir Putin, volvieron a verse en una esperada reunión, antes de que la canciller alemana finalice su mandato tras 16 años en el cargo.
Merkel ha viajado a Rusia para reunirse con el mandatario en el palacio del Kremlin: Mientras ella depositó un arreglo floral frente al monumento del soldado desconocido, que recuerda a quienes cayeron en la Segunda Guerra Mundial, él le obsequió un ramo a la canciller.
Esta especie de reunión de despedida está enmarcada en la crisis de Afganistán y la situación al este de Ucrania. En este y otros temas se vieron diferencias de opiniones, aunque Merkel enfatizó en que “es bueno hablar”.
Entre los tópicos más álgidos se encuentra el encarcelamiento de opositores del gobierno ruso, como el abogado y político Alexei Navalny, quien fue “apadrinado” de alguna manera por el gobierno alemán. Además, sobre la mesa se instaló el polémico gaseoducto Nord Stream 2, que unirá a Rusia y Alemania a través del mar Báltico y del cual recién el mes pasado Merkel logró llegar a un acuerdo con EE.UU. para que no se opusieran a su construcción.
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Será la última reunión de los dos mandatarios, ya que Merkel dejará su cargo dentro de unos días. Al respecto, Merkel manifestó que “empezando por las relaciones bilaterales, hasta cuestiones internacionales, hay temas que debemos discutir en el tiempo que tenemos y estoy muy agradecida por esta oportunidad”.
Por su parte, Putin declaró que “tenemos muchas cuestiones que exigen ser discutidas personalmente, así que estoy seguro que esta no será solo una visita de despedida relacionada con no presentarse a la reelección como canciller, sino una visita llena de contenido“.
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