(EFE) – Alejandro Aguinaga, médico personal del encarcelado ex presidente de Perú, Alberto Fujimori (1990-2000), pidió este lunes a las autoridades peruanas que le hagan al ex gobernante una prueba para descartar que se haya contagiado con COVID-19.
“Existe la posibilidad de descartar que no tenga un proceso viral tipo COVID”, señaló Aguinaga en el Canal N de televisión al comentar el estado de salud de Fujimori, quien este lunes no se presentó a una audiencia judicial virtual por un problema de saturación respiratoria, por el que tuvo que recibir oxígeno.
“Él está aquejado de otras patologías, pero para la tranquilidad de todos tendríamos que haberle hecho una prueba molecular“, agregó.
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Aguinaga confirmó que Fujimori permanece aislado en el penal policial del distrito limeño de Ate, donde es el único interno y cumple una condena a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad.
Señaló que aunque “se toman todas las medidas” sanitarias para proteger su salud, “siempre hay personas que transitan” por el lugar, en referencia a los funcionarios de prisiones.
Problemas respiratorios
Fujimori se reportó en mal estado de salud y no participó este lunes en la audiencia remota que abrió el proceso por la acusación de más de 1.300 esterilizaciones forzadas cometidas durante su Gobierno.
El magistrado Rafael Martínez recibió el informe de un encargado de seguridad del penal donde Fujimori cumple su sentencia, en el que se manifestó que estaba “descompensado” y era evaluado por una enfermera porque tenía una saturación de 89% y requería de oxígeno.
El encargado indicó al juez que se trata de “un estado permanente” de Fujimori, de 82 años de edad, porque “tiene problemas de saturación (de oxígeno)”, aunque no precisó si tenía alguna enfermedad diagnosticada.
La denuncia de Aguinaga
Posteriormente, Aguinaga señaló en el Canal N que durante la tarde de este lunes intentó visitar al ex gobernante, pero un funcionario del Inpe le dijo que “tenía órdenes superiores” de no dejarlo pasar, por lo que aseguró que “es la primera vez que privan a un interno de asistencia médica”.
“La verdad que fue indignante. Responsabilizo al jefe del Inpe y al ministro de Justicia por esta violación al derecho a la salud“, sostuvo antes de remarcar que llegó al penal “pensando en que podría programarle una prueba molecular” para descartar COVID-19.
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Aguinaga es uno de los ex ministros de Salud del régimen de Fujimori que también han sido comprendidos en la denuncia por las esterilizaciones forzadas, cuyo proceso comenzó después de 16 años de investigación fiscal y a pesar de la ausencia del exgobernante.
Las esterilizaciones forzadas se realizaron en el segundo periodo de Fujimori, entre 1995 y 2000, como parte de un Programa Nacional de Planificación Familiar y Salud Sexual y Reproductiva que afectó a más de 200.000 personas, “la mayoría quechuas, pobres y campesinas”, según ha reconocido el Ministerio de Salud.
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