Este miércoles, el gobierno de Estados Unidos anunció que ha impulsado un acuerdo entre Johnson & Johnson (J&J) y el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX) para aplicar inoculaciones a personas que viven en zonas de conflicto y otros entornos humanitarios.

La noticia fue confirmada por el secretario de Estado del país, Antony Blinken, durante un encuentro virtual para abordar la pandemia. La autoridad reconoció sentirse “ansioso porque las personas en estas difíciles circunstancias obtengan protección contra el COVID-19 lo antes posible”.

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Previo a este acuerdo, las vacunas de J&J solo podían utilizarse en programas oficiales de vacunación dirigidos por otros gobiernos. Esta inoculación es muy valorada en las zonas difíciles debido a su dosis única y a la flexibilidad que permite a la hora de ser almacenada y transportada.

Blinken reconoció que el bajo nivel de vacunación a nivel global es una “emergencia actual” y anunció “una nueva asociación público-privada llamada Global Covid Corps”, en la que empresas del sector privado “trabajarán pro-bono” para compartir su experiencia y apoyar las campañas de vacunación.

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El secretario de Estado instó a los líderes mundiales a que impulsen la producción de vacunas, aumenten las donaciones y cumplan los compromisos adquiridos con COVAX para alcanzar el objetivo marcado: que el 70% de la población mundial esté vacunada para el año 2022.

“Conocemos la urgencia de esta lucha. Sabemos lo que tenemos que hacer para detener la pandemia. Ahora, tenemos que hacerlo“, dijo Blinken. El evento contó con la participación del embajador de China en EE.UU., además de representantes de Alemania, Italia, Corea del Sur, India, Sudáfrica, la ONU y la OMS, entre otros.

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