¿Colaboración auténtica o táctica estratégica?: CEOs de grandes empresas tecnológicas se rinden ante Trump en su regreso al poder

Por Juan Andrés Galaz Pinto

21.01.2025 / 15:05

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La relación entre Trump y los gigantes tecnológicos, marcada por tensiones, ahora muestra un acercamiento estratégico para proteger intereses ante desafíos regulatorios. Este cambio podría redefinir el papel de las tecnológicas en la política de EE.UU. y ha generado reacciones tanto entre sus seguidores como sus críticos.


La ceremonia de investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos reunió a algunos de los nombres más destacados del sector tecnológico.

Figuras como Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Meta), Sundar Pichai (Google), Tim Cook (Apple) y Elon Musk (X, Tesla y SpaceX) estuvieron presentes en los eventos inaugurales, marcando un contraste con la postura que muchos de ellos habían mantenido durante el primer mandato del mandatario.

Un acercamiento inesperado

Durante el primer periodo de Trump en la Casa Blanca, la relación entre su administración y las grandes tecnológicas estuvo marcada por tensiones.

Los CEOs criticaron abiertamente políticas relacionadas con el cambio climático, la inmigración y las restricciones comerciales.

 EFE/EPA/JULIA DEMAREE NIKHINSON / POOL

Sin embargo, en esta ocasión, su presencia no solo sorprendió, sino que también generó cuestionamientos sobre las razones detrás de este giro aparente.

Elon Musk, por ejemplo, no solo asistió, sino que también respaldó financieramente la campaña de Trump con cerca de 300 millones de dólares, posicionándose como un aliado clave de la nueva administración.

Su relación estrecha con el presidente podría ser un intento de proteger sus intereses empresariales en medio de crecientes escrutinios regulatorios.

Por otro lado, el caso de Sundar Pichai y Jeff Bezos resulta intrigante, dado que Google y Amazon enfrentan investigaciones antimonopolio y podrían estar buscando suavizar las posturas del gobierno en su contra.

Un caso completamente estratégico es el de Shou Zi Chew, CEO de TikTok. Mientras su empresa enfrenta las repercusiones de una posible prohibición en Estados Unidos, Chew ha recibido el total apoyo de Trump, quien le ha ofrecido respaldo para asegurar la presencia de la plataforma en América del Norte.

EFE/EPA/SHAWN THEW / POOL

¿Compromiso genuino o estrategia calculada?

Los eventos de la toma de posesión dejaron ver un intento claro de las tecnológicas por acercarse a la administración Trump en un momento crítico.

Estas empresas enfrentan desafíos importantes, como demandas judiciales, investigaciones regulatorias y debates sobre aranceles.

La presencia de sus líderes en la ceremonia podría interpretarse como una estrategia para garantizar que sus intereses sean considerados en las políticas del gobierno.

EFE/EPA/Jim Lo Scalzo

Sin embargo, esta actitud también ha generado críticas dentro y fuera del ámbito político.

Figuras como el exasesor de Trump, Steve Bannon, señaló a ABC que esta relación es un reflejo de cómo el presidente “ha quebrado a los oligarcas”, forzándolos a alinearse con su liderazgo.

Otros analistas interpretan el acercamiento como una muestra de pragmatismo por parte de los ejecutivos, quienes buscan navegar en un entorno político adverso.

Impacto a largo plazo

La relación entre Trump y los gigantes tecnológicos sigue siendo una incógnita.

Si bien la presencia de estos líderes en los eventos inaugurales puede sugerir una etapa de mayor cooperación, también plantea preguntas sobre el costo de estas alianzas.

¿Estarán las grandes tecnológicas dispuestas a comprometer sus principios a cambio de estabilidad regulatoria? ¿Qué significará esto para los debates sobre privacidad, competencia y libertad de expresión en Estados Unidos?

EFE/EPA/RICKY CARIOTI / POOL

La dinámica entre la Casa Blanca y Silicon Valley durante los próximos años podría redefinir el papel de las empresas tecnológicas en la política estadounidense.

Lo que está claro es que este acercamiento no pasa desapercibido y ya está generando reacciones tanto entre los seguidores de Trump como entre quienes cuestionan la creciente influencia de estas corporaciones en el ámbito gubernamental.