Este viernes, el gobierno alemán anunció la medida que obligará a los viajeros que lleguen al país y que no se hayan vacunado contra el SARS-CoV-2, o quienes no hayan sobrevivido a la enfermedad, a portar un test negativo.
Hasta ahora, este requerimiento es solo para los mayores de 12 años (y que tampoco se hayan vacunado) pero que ingresaban por avión. “Así reducimos el riesgo de nuevos contagios”, explicó en un comunicado el ministro de Salud alemán, Jens Spahn.
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“Todos los veraneantes no vacunados tendrán que hacerse el test, tanto si vuelven por avión, como por coche o tren”, explicó.
Alemania llegó a presentar 4,9 casos por 100.000 habitantes en el mes de julio, cifra que a fines del mismo mes ascendió a 18,5 casos.
“Es justo que los veraneantes que no estaban sujetos a esta obligación se hagan la prueba“, porque los demás “también quieren tener un buen otoño y un buen invierno”, afirmó el vicecanciller Olaf Scholz.
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También, las personas no vacunadas deberán realizar una cuarentena de 10 días, que podrán reducirse a cinco, si es que se presenta un test negativo en la mitad de proceso.
La medida empezará a regir desde este domingo 1 de agosto.
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