(CNN) — La decisión de China de permitir que las familias tengan tres hijos podría producir una ganancia inesperada para los fabricantes de coches de niño, sillas de auto y fórmula para bebés. Al menos, eso es lo que piensan los inversores.
Las acciones vinculadas a los productos para bebés y los servicios de maternidad se dispararon en China continental y Hong Kong, el lunes, después de que el Gobierno chino anunciara un cambio importante en su política de planificación familiar a medida que el país intenta evitar una crisis demográfica.
En 2015, el Gobierno chino anunció que relajaría las restricciones para permitir hasta dos niños por familia. Pero la reversión no logró elevar la tasa de natalidad del país, que cayó casi un 15% interanual en 2020.
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Las acciones de Goodbaby, que fabrica productos infantiles, subieron un 31% en Hong Kong. Suzhou Basecare Medical Co., que ofrece pruebas genéticas para parejas que buscan someterse a fertilización in vitro, aumentó un 15%.
Jinxin Fertility Group, que proporciona servicios de reproducción asistida, ganó casi un 18%, mientras que Aidigong Maternal & Child Health, que ofrece servicios de salud de maternidad, aumentó un 22%.
Beingmate, un importante fabricante de fórmulas para lactantes, subió un 8% en Shenzhen. Goldlok Holdings, que fabrica trenes y muñecas eléctricas, subía un 10%. El fabricante de ropa Lancy subió un 7%.
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El índice bursátil Hang Seng, de Hong Kong, aumentó un 0,1% el lunes, mientras que el Shenzhen Composite se apreció un 1,1%.
La nueva política
En una reunión el lunes, la cúpula del Partido Comunista chino tomó la decisión de permitir que las parejas tengan hasta tres hijos, aunque los informes de los medios estatales no dijeron cuándo se implementaría el cambio de política.
La decisión se produce solo tres semanas después de que Beijing publicara su censo de 2020, que mostró que la población de China estaba creciendo a su ritmo más lento en décadas. Eso está ejerciendo una gran presión sobre una economía que depende de una fuerza laboral joven para apoyar a una población que envejece y mantener altos niveles de crecimiento.
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La política china de un solo hijo estuvo en vigor durante más de 35 años mientras Beijing trataba de abordar la superpoblación y aliviar la pobreza.
En 2015, el Gobierno chino anunció que relajaría las restricciones para permitir hasta dos niños por familia. Pero la reversión no logró elevar la tasa de natalidad del país, que cayó casi un 15% interanual en 2020.
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