Este miércoles se realizará el cambio de mando en Estados Unidos, donde se investirá al presidente electo Joe Biden en un tenso ambiente luego del asalto al Capitolio, liderado por adherentes de Donald Trump.
En este contexto, más de 15 mil funcionarios de la Guardia Civil han sido desplegados en las calles de Washington D.C. para evitar que se se repita una situación como la del pasado 6 de enero.
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En conversación con CNN Chile, José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), señaló que “se han tomado medidas extremas de seguridad, al punto que hoy día Washington está prácticamente sitiado por sobre 20 mil soldados armados con armas largas“.
“Estas no son armas de perdigones ni mucho menos, son armas con municiones de guerra. Son los soldados que tú puedes ver desplazados en Irak o Afganistán. Esos están hoy día en sitios claves resguardo no solo la Casa Blanca o el Capitolio, sino que también la casa del vicepresidente Pence”, agregó.
El miembro de HRW aseguró que este despliegue de armamento bélico “demuestra que la democracia americana está en una profunda crisis”. “Estas imágenes que vamos a ver hoy y mañana no muestran imágenes de una democracia sana, al contrario, es una democracia profundamente enferma”, sostuvo.
“En un cambio de mando, que se supone que es con participación popular y una fiesta popular, (no se puede) tratar este asunto como si se tratara de un país en guerra“, agregó.
Vivanco indicó que el foco de vigilancia no está puesto solamente en ciudadanos que podrían repetir una escena como la vivida en el Capitolio, sino que también dentro de las mismas fuerzas de seguridad.
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“El FBI está súper activo, con una presencia abrumadora en Washington, tratando de supervisar todo lo que está ocurriendo. Todo está en manos del ‘Servicio Secreto’, que toma control de una operación de seguridad de esta magnitud“, dijo.
Asimismo, explicó que también existirá sitios designados para protestas, calificándolo “la cuna de la libertad de expresión”: “Lo que han hecho es preservar lugares específicos para protestar contra Trump y otro contra Biden. Ahora, esos sitios están relativamente alejados de los puntos neurálgicos donde se va a realizar la ceremonia”.
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