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Cada año la meta va en aumento, dinero que es ocupado para atender a quienes necesiten tratamiento, así como también para mantener los diversos centros que la institución tiene a lo largo de Chile.
En conversación con CNN Chile, el alcalde Gerardo Espíndola analizó los factores que han provocado un alza de migraciones irregulares en el norte del país tras el cierre de fronteras por la pandemia. "Tenemos 300 personas diarias que están ingresando a la ciudad", afirmó.
La situación migratoria en la zona norte del país ha despertado la preocupación de autoridades. Por ello, el alcalde de Arica Gerardo Espíndola, en conversación con CNN Chile, analizó los motivos tras este fenómeno que se ha agudizado en medio del avance de la pandemia.
Según indicó el jefe comunal, “a pesar de que una de las medidas más extremas que puede tomar el país es cerrar las fronteras” a raíz de la crisis sanitaria, “nosotros tenemos 300 personas diarias que están ingresando a la ciudad” por pasos no habilitados.
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Espíndola hizo hincapié en que “la gente no se mueve sola. A la gente la mueve finalmente la mafia, los coyotes“, por lo que la situación migratoria irregular podría adjudicarse a delitos como “trata de personas y tráfico de personas”.
Además, detalló que lo anterior depende del país de origen de estos ciudadanos extranjeros, ya que en el caso de Colombia, “se les prometía que si venían a Chile iban a tener casa y trabajo”, lo que explicaría por qué al llegar a territorio nacional exigían estos “beneficios” tras haber pagado grandes sumas de dinero para ser trasladados de manera informal a suelo chileno.
Mientras que en el caso de Venezuela, “el éxodo es mucho más masivo” hacia la frontera de Tacna para cruzar a pie a Arica, guiados por “dos tipos de coyotes”. Los primeros, según explicó, “los llevan a la frontera y los abandonan en Chile”, mientras que los segundos “los dejan al sur de Arica, en Cuya”.
Uno de los factores aludidos por el alcalde de Arica ante el aumento de migrantes irregulares se debería a las fronteras cerradas por el COVID-19. “El número de personas que pasan por paso no habilitados se han cuadruplicado desde el 2017”, lo que ha aumentado durante la pandemia en zonas costeras e incluso en el desierto que cuenta con minas antipersonales.
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Mientras que el segundo factor sería una “falta de política de Estado en torno a nuestras fronteras del país”, agregó Espíndola. “Por ejemplo, Visviri no tiene electricidad. Y un par de kilómetros más allá está Charaña (Bolivia) que sí tiene electricidad y es una localidad incluso más pequeña”. La diferencia radica en que “Bolivia tiene fronteras activas”, sentenció.
En el país se aplican “políticas centralistas que no se hacen cargo de entender un territorio fronterizo como es nuestra ciudad (…) Las fronteras son territorios más grandes que están habitados, poblados y con cultura distinta” y no una simple línea limítrofe, concluyó el jefe comunal.
Cada año la meta va en aumento, dinero que es ocupado para atender a quienes necesiten tratamiento, así como también para mantener los diversos centros que la institución tiene a lo largo de Chile.