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Las medidas de aislamiento para frenar el avance del COVID-19 han dejado al descubierto una serie de problemáticas respecto al espacio público, lo cual ha realzado el valor que las áreas verdes y la organización de las ciudades tienen para las personas.

Diversos expertos concuerdan en la importancia que esto tiene a medida que avanza el desconfinamiento. En conversación con CNN Chile, el arquitecto y presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), Sergio Baeriswyl se refirió a los desafíos y las oportunidades que esto plantea.

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En mayo de este año, el consejo que Baeriswyl preside dio a conocer un documento llamado “Recomendaciones para las ciudades chilenas frente a la pandemia”, que según lo señalado por él sugirió “46 medidas de las cuales muchas van enfocadas a lo que es llamado como urbanismo táctico, es decir, intervenciones de espacio públicos”.

Creemos que son una oportunidad para que las ciudades puedan perpetuar en el futuro muchas de esas medidas que reivindican el rol del peatón en la ciudad, la cual ha estado por tantos años un poco sometida al estrés de los vehículos”, comentó.

El arquitecto pone énfasis en el efecto que los autos tienen en los lugares urbanos, debido al espacio que usan las vías por los que transitan y los espacios para estacionarlos. Sin embargo, destacó que se pueden sacar “buenas lecciones de esta terrible prueba en la cual están sometidas las ciudades, y eso es que deben ser más peatonales y dentro de ello las ciclovías tienen un espacio absolutamente importante

“Hoy día tenemos prácticamente dos tercios de espacio público destinado solo a los autos y el resto lo comparten los peatones, el paisajismo, la vegetación y la ciclovía. Creemos que esa partición que hay del espacio público tiene que ser repensada y esta es una enorme oportunidad”, añadió.

En 2019, la CNDU junto a otras instituciones como el Ministerio de Vivienda y el Instituto Nacional de Estadísticas dieron a conocer el Sistema de Indicadores y Estándares de Desarrollo Urbano (SIEDU) el cual midió los atributos relacionados a la calidad de vida.

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En cuanto a los resultados de estos indicadores, Baeriswyl indicó que por primera vez pudieron “visibilizar el déficit que había de parques y áreas verdes en 117 comunas del país”, manifestando la sorpresa que se llevaron al detectar que “en vez de tener 10 m² por habitante, que es el estándar recomendado por el consejo, nos dimos cuenta de que hay solo 6 m² por persona”.

Dado el contexto actual concordó en que estas áreas “están consideradas por la ciudadanía como el factor más importante en la determinación de la calidad de vida de su barrio, porque son espacios de sanación, sobre todo después de este confinamiento que deterioró la calidad de todos y todas“.

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