El 4 de noviembre pasado, se conoció que la ex subsecretaria de Bienes Nacionales, Alejandra Bravo, estaba siendo denunciada por cohecho. Esta situación provocó que durante esa jornada ella saliera del cargo.
Según un reportaje de Radio Bío Bío, la acusación fue presentada por la diputada radical Marcela Hernando, quien señaló que en la región de Antofagasta se estarían ofreciendo terrenos a un grupo de pobladores a cambio de que firmen su militancia en el partido Nueva Clase Media (NCM).
Precisamente, la colectividad -cuyo presidente es Eduardo Salas, marido de Bravo- está buscando inscribirse en esa zona del país.
A una semana desde que se destapó la acusación, Bravo afirmó a El Mercurio que es inocente y que lo probará.
En esta línea, en conversación con CNN Chile, aseguró que la denuncia de Hernando fue “mañosa” y que “no corresponde al audio que fue mostrado” en la acusación.
“La reunión que sí se efectuó, donde estaba mi ex jefe de gabinete y un funcionario de Bienes Nacionales de la Región de Antofagasta, en esa reunión nunca, jamás, en ningún momento, y si se toman el tiempo de escucharlo, ninguno de mis asesores habló jamás de política partidista y mucho menos de cambiar terrenos”, señaló.
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Sobre los audios que se revelaron, Bravo indicó que no ocurrieron en una reunión, sino que en una conversación.
“Una dirigente, una militante, pide firmas para la construcción de un movimiento político. ¿Qué tiene de malo eso?”, manifestó.
En la misma línea, analizó su salida del ministerio. “Mi salida fue brusca, fue violenta, porque la verdad es que las circunstancias son absolutamente falsas de lo que ocurrió”, agregó.
Del mismo modo, argumentó que su salida ocurrió de forma rápida porque “el nuevo comité político no entendió a quién realmente querían atacar. Claramente no es a mí, es al propio gobierno”.
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Asimismo, expresó que le preocupa “el poco olfato que tuvo el comité político” y cuestionó el hecho de que no escucharan sus argumentos.
“Me debieron haber llamado, me debieron haber escuchado. Es más, los propios asesores de la Secom debieron haberse tomado el tiempo de escuchar el audio y haberle dicho la verdad al presidente”, sentenció.
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