Por Daniel Matamala
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“Que estamos en la economía del conocimiento”, y que “la ciencia y la tecnología son la clave del futuro”, son frases que probablemente pocos discutirían. Pero del dicho al hecho hay un enorme trecho y ese es un debate más actual que nunca en Chile.

Por un lado, la pandemia ha relevado la importancia crucial del saber científico. Sólo la ciencia puede sacarnos de esta crisis global y por eso el mundo entero se ha volcado a conseguir una vacuna, tratamientos más efectivos y tecnologías para trazar y conocer mejor al virus.

Por otro lado, hoy Chile ni siquiera tiene capacidad para fabricar vacunas en nuestro país, como sí la tuvimos por más de un siglo, entre 1887 y 2005.

El recorte en el presupuesto de Ciencia y la cancelación de Becas Chile para el 2021 son otros hitos que alertan a una comunidad científica que alega no ser considerada.

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Los datos duros nos ponen entre los colistas de la OCDE en inversión en investigación y desarrollo, y también en número de investigadores. Parece que más allá de los discursos, seguimos sin entender que sin tecnología, no hay desarrollo real; y que sin una cultura del conocimiento, no hay futuro.

Porque la ciencia no es un lujo del que podemos prescindir en momentos de crisis; es precisamente el camino para encontrar una luz al final de estas crisis.

Ese el tema de 360: El modelo en debate y que puedes mirar aquí.

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