Tras una primera vuelta con 18 candidatos y una votación altamente fragmentada, Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular) son los candidatos peruanos que se medirán en el balotaje el 6 de junio.
Castillo, quien obtuvo el mayor porcentaje de sufragios (19,1%), es un profesor que saltó a la notoriedad en 2017, tras liderar una huelga del magistrado.
En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr explicó que el contraste con Fujimori es “muy grande”, porque “ella es una política ya establecida, hija de un ex presidente y salpicada por un escándalo importante con Odebrecht, que manchó a un segmento muy importante de la élite política peruana”.
“Castillo es un hombre de provincia que ha cultivado una imagen de hombre común, sin pretensiones, que ha viajado mucho por el interior del país, versus Keiko Fujimori, una mujer muy urbana, parte del establishment político”, afirmó.
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Con su propuesta de programa, el candidato ha dejado claro que es un estadista: busca dar un rol predominante al Estado, aumentar sustancialmente los sueldos de los profesores, estatizar todos los servicios básicos, mejorar el sistema de pensiones y establecer una Asamblea Constitucional para redactar una nueva Constitución.
Sin embargo, para la segunda vuelta, a realizarse el 6 de junio, Keiko “tiene un espectro de alianzas mucho más amplio que Castillo”, adelantó Sohr. Si Hernando de Soto le entrega su respaldo, la candidata podría sumar un 10% al 13,33% que obtuvo en la primera vuelta.
“Si tuviera que apostar algo, yo creo que Keiko Fujimori tiene las mejores chances de llegar a la presidencia”, dijo el analista.
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