Por Mónica Rincón
{"multiple":false,"video":{"key":"b47ccMxW8m","duration":"00:02:43","type":"video","download":""}}

La memoria es fundamental en la identidad de un país y por lo tanto la discusión sobre si la fotografía de Manuel Contreras debe o no estar en las dependencias del Ejército no es menor.

El Ejército apeló a la decisión de la justicia de retirar las imágenes del ex director de la DINA, órgano represor de la dictadura. Su argumentación parece grave, porque en la apelación se sostiene que también con las acciones de un prócer de la patria alguien podría ofenderse. “Por ejemplo, José Miguel Carrera hacia 1820 se internó en la provincia de Córdoba, Argentina, desarrollando diversas expediciones bélicas, por lo que, conforme a lo expresado anteriormente, cualquier descendiente de un fallecido en aquellas incursiones podría alegar que las imágenes, retratos, placas o cuadros del General de Ejército José Miguel Carrera le son lesivos”.

Pésima comparación, no sólo porque Contreras no es un prócer, obvio, sino porque estaba ya condenado a más de 300 años por violaciones a los derechos humanos y con muchos procesos en su contra que su muerte interrumpió. No se trató de una guerra, sino de encabezar uno de los órganos represivos estatales de una dictadura.

Y volviendo a la argumentación del Ejército, no hay que olvidar que incluso en una guerra hay normas que respetar.

Lee también: Mónica Rincón y conflicto por Puente Chacao: “El estándar para el sector público va más allá de lo meramente legal”

La historia a la que pertenece Conteras no es neutra y la única forma aceptable de que estuviera en las galerías del cuerpo uniformado sería recordando sus crímenes. Diciendo que encabezó la Dirección Nacional de Inteligencia, hizo desaparecer y asesinó a quienes pensaban diferente. Más de 1.500 víctimas durante su horroroso mandato, sin contar a los torturados.

Diciendo en la placa que lo recuerde que fue creador de la Operación Cóndor, autor intelectual del asesinato de Orlando Letelier. Que la justicia italiana dictaminó que trató de asesinar a Bernardo Leighton y a su esposa. Condenado por el homicidio Carlos Prats, miembro en definitiva, según la justicia, de una asociación ilícita.

Dejarlo ahí, en las paredes de la Academia de Guerra y de Tejas Verdes, pero sólo para que Manuel Contreras sea un ejemplo explícito y explicitado de lo que nunca debe hacer un militar, como alguien que deshonra y que no representa para nada los valores de esa institución.

Tags:

Deja tu comentario