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Tras cursar tres años en el Liceo Barros Borgoño, Arlén Aliaga abandonó el colegio luego de ser víctima de discriminación por parte del cuerpo directivo, los docentes y paradocentes. En 2017 comenzó a hacer el tránsito: se dejó crecer el pelo y solicitó el uso de jumper como uniforme escolar, lo cual le fue aceptado.

“Cuando empecé a hacer mi tránsito, mis compañeros se lo tomaron muy bien, pero no fue lo mismo de las personas que trabajan en el liceo“, dijo en conversación con CNN Prime.

Arlén sufrió varios roces con el personal del liceo. Uno de ellos con una profesora de Química que la sacó de la sala para reprocharle el uso de maquillaje y del jumper, utilizando como argumento que no lo necesitaba y que “estaba llamando la atención”.

En otras dos ocasiones tuvo que escuchar los gritos de un paradocente: “Me gritó que me fuera del liceo porque era un liceo de hombres”. Además, aseguró que en el establecimiento ordenaron a una persona que la siguiera hasta el baño, a ella y a otros estudiantes.

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Al finalizar segundo medio, el colegio le informó a su madre, Paola Muga, que Arlén había sido promovida a tercero medio, sin embargo, al regresar de sus vacaciones la joven no estaba en las listas de estudiantes de ese curso. “La dejaron repetir”, dijo la mamá.

Arlén piensa que el colegio buscaba sancionarla “porque el liceo tenía muchas malas prácticas, me vulneraban muchos derechos y yo las denunciaba. Yo creo que eso les molestó demasiado y buscaron una manera de sancionarme institucionalmente”.

Después de eso decidió abandonar el Barros Borgoño. “Estoy pronta a iniciar mi transición hormonal y en 2018 el liceo se tornó un ambiente demasiado tóxico y no era sano estar ahí”, dijo.

Ahora Arlén quiere hacer de nuevo su tercero medio en el Liceo 1. Su mamá cree que “como mamá tengo el derecho de escoger el colegio al que quiere ir mi hija y respetar su convicción”.

Para eso llegaron hasta la Dirección de Educación Municipal (DEM), donde denunciaron la discriminación de la que fueron víctimas en el Liceo Barros Borgoño. Ahora se encuentran a la espera de la respuesta y la luz verde para entrar al Liceo 1, el colegio que ambas eligieron.

Este martes Arlén fue a retirar su pase escolar, en el que aún se lee su nombre masculino: “Me dio vergüenza, más que nada, el cómo podrían reaccionar las personas”.

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Mira la entrevista completa en el video.

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