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LA IDEA EN CADA NOCHE

Alaska es el estado de Estados Unidos con el internet más caro y de peor calidad. Eso hace que plataformas como Netflix no sean un producto masivo.

El sábado pasado, se anunció que las dos tiendas de arriendo de videos Blockbuster que quedaban en Alaska cerrarán sus puertas. Con esas sucursales fuera del mercado, quedará solamente un Blockbuster en el mundo. Este se ubica en Bend, Oregon, al norte del mismo país.

Volvamos al pasado cercano.

Antes del streaming, cuando las personas querían ver películas el día que querían y a la hora que querían, debían estar suscritas a tiendas de arriendo de videos.

¿Se acuerda de Errols, de Video-Lar o de 20y20?

Eran videoclub y te multaban si no entregabas la pelicula rebobinada.

Blockbuster era como un supermercado de contenido, donde tú podías cruzar los pasillos. Cada pasillo correspondía a un género fílmico. Y ahí elegías lo que querías llevarte para la casa.

Una noche Blockbuster. Las noches Blockbuster se acabaron para siempre.

Nunca más podrás llevar el rey león para llevar a la casa de tu amigo en el noble formato del VHS.

La última tienda Blockbuster en la tierra se convierte en una pieza de museo, en una peregrinación nostálgica de algo que alguna vez fue.

Pero quizá este hecho sea el anticipo de otra cosa.

Paulatinamente, nos estamos acostumbrando a que se acaben las librerías (ahora, podemos comprar libros en sitios como Bookdepository o Buscalibre), a que deje de tener sentido la compra de abarrotes en los supermercados (hay plataformas digitales para eso), o la experiencia de ir a comprar ropa (Asos o AliExpress resuelven esto con cierta eficacia).

Nosotros, los que crecimos en los 90 fuimos afortunados, porque vivimos un mundo donde todavía atendían personas y las cosas no volaban por el aire.

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