El Banco Central informó que el Producto Interno Bruto (PIB) sufrió una desaceleración en el tercer trimestre del 2022 y creció un 0,3% en comparación con el mismo período del año anterior.

De esta forma, el PIB registró su cifra más baja de expansión en dos años. Aun así, la cifra es mejor a la esperada por el mercado financiero: se estimaba que llegara solo a un 0,2%.

En tanto, las actividades presentaron resultados que se compensaron entre sí. Por una parte, destacó el crecimiento de los servicios, en particular de los servicios personales y el transporte. Contrarrestaron lo anterior, las caídas del comercio y la minería.

Desde la perspectiva del gasto, la variación del PIB se sustentó por mayores exportaciones netas, efecto compensado por una caída en el gasto interno.

El consumo privado cayó 2,8%, reflejando un menor gasto en bienes, particularmente de no durables. En contraste, el consumo de servicios aumentó. La variación de existencias incidió negativamente en el resultado de la inversión, lo que se explicó principalmente por menores stock de productos industriales.

La formación bruta de capital fijo (FBCF) aumentó 2,2%, liderada por una mayor inversión en maquinaria y equipo.

Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones aumentaron 4,1% y las importaciones se redujeron 2,7%. En el primer caso, el resultado se explicó principalmente por el dinamismo de las exportaciones de servicios, seguidas por los envíos de bienes. En las importaciones destacaron las menores internaciones de productos tecnológicos y petróleo crudo.

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