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El Forest Green Rovers de Inglaterra es un club como ningún otro.

Fue nombrado por la FIFA como el equipo de fútbol más verde en el planeta, y ha trabajado con la ONU para lograr el estatus de carbono neutral, el primero en lograrlo.

El actual presidente, Dale Vince, se convirtió en el mayor accionista del Forest Green en 2010, en lo que él describió como una “misión de rescate” de su equipo local.

Fue un proyecto que Vince, inicialmente, pensó que necesitaría sólo una inyección de dinero, pero pronto se tornó algo mucho más importante.

“Lo hemos convertido simplemente en el club de fútbol más verde del planeta”, dijo Vince a CNN. “Pusimos el medioambiente en el ADN del club”, añadió.

“Pensamos que si íbamos a hacer eso, tendríamos que hacerlo a nuestra manera. Traeremos todo nuestro trabajo y experiencia en el campo de la sustentabilidad al club y a través de eso intentamos alcanzar una audiencia completamente nueva”, afirmó.

Y la institución ha adoptado esa bandera con éxito. Recientemente han anunciado una nueva variedad de comida vegana para los menús escolares en Reino Unido.

Vince dijo que el club divide la sustentabilidad en tres categorías: energía, transporte y comida. 

Después de tener paneles solares instalados en el techo de una de las tribunas, el Forest Green ahora produce el 20% de su propia electricidad. El resto viene de los molinos de viento que están a través del país.

Puntos de carga fuera del estadio le permite a los fanáticos viajar y cargar sus autos eléctricos, mientras que existe una van eléctrica de acercamiento del club para los hinchas.

Forest Green es también el primer club en volverse vegano, ofreciendo a los hinchas una variedad de hamburguesas, pasteles y papas fritas.

Volverse verde

Vince dice que sería “extremadamente fácil” para algunos de los clubes más grandes del mundo seguir la senda ligera de carbono del Forest Green.

“Tienen mucho más dinero de lo que nosotros tenemos, así que sería muy fácil para ellos hacerlo. Sólo necesitan las ganas de querer hacerlo”, explicó.

“Hemos prohibido los plásticos de un sólo uso”, dice el presidente. Ahora reparten tazas de café que no están hechas de plástico.

“Hay muchas cosas que pueden hacerse y que necesitamos que se hagan, pero tienes que tener voluntad para hacerlo y por el momento la mayoría de los clubes están recién empezando a pensar sobre eso”, dijo Vince.

El timonel cree que el fútbol tiene un importante rol en el cambio climático, algo que ha sido prioritario desde su llegada al club en 2010.

“La audiencia del fútbol está relativamente intacta por este mensaje ecológico y es esa exactamente el tipo de personas que necesitamos convencer”, precisó.

El éxito del Forest Green fuera de la cancha está siendo replicado dentro del campo. 

La temporada pasada jugaron en la liga profesional inglesa por primera vez en los 129 años de historia del club, logrando el ascenso el año pasado.

Con sede en Nailsworth, un pueblo de menos de 8 mil personas en el suroeste de Inglaterra, Forest Green se está defendiendo con rivales de tonelaje superior, compartiendo la división con varios equipos ya establecidos.

Vince estima que las noticias del club han alcanzado tres mil millones de personas desde que lograron el ascenso, resultando en varios e improbables clubes de fans al rededor del mundo.

Estados Unidos, Nueva Zelandia y Noruega son algunos de los países desde donde proviene el apoyo completamente orgánico al equipo.

El estadio

El club planea construir un estadio hecho casi enteramente de madera. Fue diseñado por los mismos arquitectos detrás del Centro Acuático de Londres para los Juegos Olímpicos de 2012.

Estaría ubicado justo fuera del pueblo de Stroud en el oeste de Inglaterra, y tiene la intención de rodearse de un campo abierto, como se ve en la maqueta computacional de la foto.

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