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La nadadora chilena, Eliana Busch, volvió a triunfar en la natación a los 80 años. En su juventud fue campeona de Chile y ahora enfrenta los desafíos en la categoría senior.

Y le ha ido bien: triple medalla de oro y dos de bronce en los Juegos Panamericanos de Orlando en categoría Máster.

Ahora, a sus casi 84 años, realizó un directo descargo en una columna publicada en The Clinic, en la que apunta contra la falta de apoyo del Estado al deporte y el abandono a la tercera edad.

“Empecé otra vez. De a poco. Les decía: “inscríbanme, voy a hacer el loco, pero háganlo”. Cuando ya tuve dos o tres meses de agua, me empecé a sentir más preparada para competir en serio. Ahí salí campeona de Chile, con récord nacional, porque la natación máster de mi edad está poco popularizada a nivel de competencia. Y no es que no lo hagan las señoras. Si uno va a las piscinas municipales va a encontrar personas de todas las edades nadando, pero no las incentivan a competir”, señaló Busch.

Según dijo, no recibe financiamiento del Estado por ser un deporte amateur y sólo la apoya su hijo.

Y no se quedó ahí, sino que también criticó la falta de organización de los adultos mayores para enfrentar las dificultades que enfrentan las personas de la tercera edad.

“Todos hablan de la tercera edad, ¿pero quién hace algo? Todavía no arreglan el problema y ¿quieren darle plata a los inmigrantes? Entonces, yo, perdóname, pero la caridad empieza por casa. Si tú tienes un hijo, al primero que vas a alimentar va a ser a tu hijo, no al hijo del vecino. Y no es que el hijo del vecino no lo merezca, que quede claro, pero partamos de la base de que la caridad comienza por casa”, explicó.

La pensión

La deportista reclama que los $160 mil mensuales de jubilación no le alcanzan para vivir. “Si yo viviera de esa plata, estaría en la calle pidiendo limosna o qué sé yo, en un hogar”. 

Su hijo la mantiene, una suerte que, asegura, no tienen todos los adultos mayores en Chile.

“La gente cree que no se va a morir, que nunca va a llegar a esta edad. Mucha gente junta plata y para qué explícame tú. Tengo personas conocidas que tienen excelente situación, pero no son capaces de abrir un poquito las manos y se van a llevar todo para la tumba. ¿Qué piensan?”, reflexiona.

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