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El pasado sábado y domingo fue el preestreno de Tengo miedo torero, cinta dirigida por Rodrigo Sepúlveda y basada en la novela de Pedro Lemebel, alcanzando un gran éxito entre las más de 100 mil personas que disfrutaron la película.

La coproducción chileno-argentino-mexicana protagonizada por el actor Alfredo Castro y con una banda sonora a cargo del músico argentino Pedro Aznar abrió una posibilidad para que el cine local llegue directamente a la audiencia, que por la pandemia del coronavirus no ha podido asistir a las grandes salas.

La cinta sigue la historia de “La Loca del Frente” y el momento en que conoce a Carlos, mililtante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, todo esto mientras el telón de fondo refleja los horrores de la dictadura militar y el (fallido) atentado que se planeaba en contra de Augusto Pinochet.

Tras su publicación, Lemebel conversó sobre su obra con Fernando Villagrán en Off The Record, donde abordó las diversas capas que cruza la novela.

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1. Lanzamiento del libro

“Tendría que volver a situarme en el ex Congreso Nacional. Lo elegí no por arribismos de princesa torreja, sino porque fue un lugar donde la política quedó estancada. Porque después del golpe, La Moneda volvió a ser La Moneda, los tribunales casi -por no decir nada-, pero este edificio del ex Congreso quedó ahí estancado, como un museo de la política, de otro tipo política, de una forma de hacer política con más ética. Por eso elegí este lugar y por eso elegí a Carmen Hertz para que lo presentara”.

2. Desarrollo de la obra

“Llegó a partir de un manojo de escritos que tenía desde el 87-88, que se me quedaron traspapelados después de la historia del atentado. Escribí 20 páginas, pero ahí estaba toda la historia, condensada. Ahí se me quedó entre cosméticos, los tacoaltos y plumas. Lo encontré después en los ’90 y me propuse hacer de esta historia una crónica larga. No sé si es una novela, ni me interesa que sea una novela. No quiero consagrarme en la catedral literaria con la novela. Yo creo en la escritura más que en los géneros específicos de la literatura”.

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3. Romper con la proyección machista

“(…) En el caso de El beso de la mujer araña, el homosexual se enamora de un otro completamente distinto a él, construye el otro y se arriesga por el otro, hasta la muerte en el caso de El beso de la mujer araña. En mi novela no termino en esas circunstancias, porque las novelas sobre homosexuales siempre terminan así, siempre a la loca la matan o siempre le pegan, y ahí hay una proyección del machismo que agrede al homosexual. Yo no la terminé así“.

4. “Humanización” de Lucía Hiriart

“Mi amigo Pancho Casas que está en México, la ex yegua del apocalipsis, me dijo que le había encantado la novela, pero que le había cargado que humanizara a la mujer del dictador. Le dije ‘pero si es humana, po niña, qué le voy a hacer’“.

5. Guión para película

Tengo miedo, torero es casi un libreto cinematográfico. Incluso están hasta las escenas. Por ejemplo, cuando el chico le va a sacar una foto a la Loca, están haciendo un picnic pre atentado y le va a sacar una foto y el chico le dice ‘ponte ese sombrero amarillo’. La Loca se pone el sombrero y pasa la comitiva presidencial por detrás justo cuando hace click. Y la Lucía le dice a Pinochet ‘viste que se usan los sombreros’“.

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