En la noche del domingo la cadena norteamericana HBO estrenó la primera de dos partes de Leaving Neverland, documental que muestra por primera vez el testimonio de dos supuestas víctimas de abusos sexuales cometidos por el cantante Michael Jackson.

Los relatos

Uno de los denunciantes es James Safechuck (40), quien cuenta que conoció al artista cuando protagonizó una publicidad para Pepsi en 1986. Aunque no era un gran seguidor de música, cuenta que Jackson poco a poco se convirtió en su amigo después de la grabación del spot y lo invitó a ser parte de la gira del disco Bad en 1987, acompañado de su familia.

Con el paso de los días, el artista se fue acercando más hasta que compartieron cama un día en París. “Me dijo que era algo que todo el mundo hacía y con lo que disfrutaría. La gira fue el comienzo de esta relación sexual, como si fuéramos una pareja“, relata Safechuck.

En su testimonio contó además que la voz de “Thriller” simuló una ceremonia de boda y fueron juntos a comprar un anillo: “Fingimos en la joyería que el anillo era para una mujer y que mis pequeñas manos se ajustaban al tamaño ideal”, recuerda. “Me encantaban las joyas y él me recompensaba con ellas por hacer actos sexuales por él”.

El otro relato de la cinta pertenece a Wade Robson (36), procedente de Australia y que se dedicaba a imitar al famoso músico cuando tenía sólo 5 años. Esto lo llevó a conocerlo tras ganar un concurso de baile.

A distancia, la familia del niño creó un fuerte lazo con Jackson, quien lo invitó a pasar vacaciones en su rancho Neverland.

Fue en uno de esos viajes cuando el artista convenció a su madre para quedarse a solas con él, mientras ella y su familia iban de paseo al Gran Cañón. Según su testimonio, fue el día en que el cantante le practicó sexo oral y lo besó.

“Tú y yo fuimos reunidos por Dios. Fuimos hechos para estar juntos. Así es como mostramos el amor“, le expresó Michael tras el acto.

Las mentiras

Otro de los antecedentes que contaron los denunciantes es que el cantante les recomendaba mentir y desconfiar de todos, especialmente de sus padres.

Safechuck relata que cuando alojaba con Jackson en distintos hoteles, el artista le enseñó a actuar en caso de que fueran descubiertos: “El hacía simulacros conmigo en la habitación del hotel y el fingía que alguien entraba y tenía que vestirme lo más rápido posible sin hacer ruido”.

“Me decía que si alguien se enteraba, su vida se acabaría, mi vida se acabaría y eso te dice una y otra vez”, agregó.

De igual forma, Robson indicó que el cantante le dij0 que si alguien “se enteraba de lo que estábamos haciendo con respecto a las cosas sexuales, él y yo nos separaríamos y que nunca podríamos volver a vernos“.

El fin del hechizo

Luego de volver a Australia, Robson cuenta que Michael le dio muchos regalos, como el sombrero que usó en el video de “Smooth Criminal” y le enviaba mensajes vía fax constantemente, material que es presentado en el documental.

Cuando su familia se mudó a Los Ángeles para que el niño estuviera más cerca del cantante en 1991, se dio cuenta que ya no era “el favorito” de Jackson: ahora compartía su amistad con otro niño, Macaulay Culkin.

“Macaulay estaba donde yo estaba antes, ocupaba mi lugar en los viajes. Al lado de Michael en cada momento. Yo ahora estaba al margen porque pasó a ser su favorito (…) Hubo celos por mi parte, dolor y confusión”, recordó.

El documental, dirigido por Dan Reed, se apoya de un extenso archivo de imágenes, videos oficiales de Jackson, registros de conciertos en los que estuvo presente uno de los denunciantes y las familias de las víctimas.

“Michael me dijo: ‘¿Dejarás al pequeño conmigo un año?’. Y yo le dije que de ninguna manera (…) ‘Michael, él es mi hijo, tiene siete años y no lo voy a dejar contigo’, le dije. Y después de un rato me miró y dijo: ‘Siempre obtengo lo que quiero”, dice en un momento la madre de Robson.

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