En cualquier top 10 de momentos más tristes de Breaking Bad encontraremos siempre la muerte de Jane Margolis (Krysten Ritter), la misteriosa pero carismática novia de Jesse Pinkman que jugó un rol crucial en el desarrollo de su personalidad.

Ambos se encontraron en momentos de necesidad: Jesse necesitando un lugar donde vivir después de ser desalojado por sus padres, y Jane en plena rehabilitación, intentando demostrar a su papá que se podía mantener “limpia” y vivir rectamente. La química se hizo latente desde el comienzo y, aunque esperábamos que pudieran ayudarse mutuamente, terminaron deslizándose por un espiral de autodestrucción que acabó en una de las escenas más impactantes de esa y todas las series. 

Aunque Jane sólo es recurrente durante la segunda temporada, es uno de los personajes secundarios que se quedaron grabados en nuestros corazones. Ahora que Jesse vuelve con El Camino, recordamos por qué la queremos tanto.

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Porque sus dibujos son lo máximo

Jane se dedicaba a diseñar tatuajes y además motivó a Jesse a interesarse por el arte al invitarlo a visitar museos.

Cuando Jesse le pidió que hablaran sobre la relación y ella se mostró fría al respecto, después se disculpó de la manera más cool que se nos podría ocurrir: deslizándole un dibujo bajo la puerta. Con “Apology girl” se ganó su perdón y el de todos al instante.

Porque sus reflexiones sobre la vida nos dan vida

En “Abiquiú” (episodio 11 de la tercera temporada), Jesse recuerda cuando acompañó a Jane al museo de obras de Georgia O’Keeffe en Santa Fe. Jesse comenta que le parecía aburrido que la artista hubiera pintado la misma puerta tantas veces. “¿Por qué alguien pintaría un cuadro de una puerta una y otra vez, docenas de veces?”, pregunta.

La respuesta de Jane es iluminadora: “Fue el mismo tema, pero distinto cada vez. La luz era distinta, su ánimo era distinto. Ella veía alguno nuevo cada vez que lo pintaba. ¿Por qué deberíamos hacer cualquier cosa más de una vez? ¿Debería fumar sólo este cigarrillo? Tal vez deberíamos tener sexo una sola vez, si eso fuera lo mismo. ¿Deberíamos ver sólo un ocaso? ¿O vivir sólo un día? Es nuevo cada vez. Cada vez es una experiencia distinta“.

Porque tiene un estilo envidiable

Su flequillo y su melena lisa, oscura y recta. Su ropa negra y ajustada, en perfecto contraste con los pantalones y polerones holgados de Jesse y como fiel reflejo de su forma de ser.

Jane nos recuerda a otra favorita: Effy Stonem (Kaya Scodelario) de Skins. Incluso toman el cigarro de la misma forma.

Porque, lamentablemente, estuvo justo en el momento en que se pudrió todo

La muerte de Jane rompió el corazón de los fans y del mismo Bryan Cranston, quien en entrevista con el programa Insides The Actors Studio relató que le resultó muy difícil rodar la escena.

“Walter escucha toser a Jane y va donde está ella porque es parte de la reacción humana, pero antes de llegar se detiene y piensa: ‘Un momento, es una drogadicta. Metió a Jesse en la heroína, lo va a matar, es mejor si no hago nada’. Pero ella es una joven que podría ser mi hija. A la vez me imaginaba la cara de mi propia hija en su lugar, eso no lo quise ni lo planeé”, dijo el actor, explicando que no pudo evitar ponerse a llorar en la escena, algo que no tenía en mente.

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