El libro Álvaro Henríquez (Libros del Pez Espiral, 2019) es el último que llega a mi casa de soltera, envuelto en un papel café con peces rojos.
Abrirlo se siente como entrar a un ropero de la familia del líder de Los Tres, los Henríquez Petinelli, en Concepción, quienes guardaron el certificado médico para evitar el servicio militar, sus dibujos de niño y las libretas de notas del colegio, entre otros objetos que cuentan la historia del músico quizás más allá de lo que él mismo es capaz de recordar. Como la mudanza que ahora armo en la Plaza Teresa Salas, en Providencia, dejando los recuerdos de aquel ex que aparecía de madrugada, con historias a veces tristes pero que sonaban coloridas, igual que los acordes de Henríquez en su homónimo, lanzado cuando “ya se habían acabado Los Tres, Petinellis, (entonces) estaba como ‘por primera vez solo’, (rasgo que lo hace) un disco muy personal porque hay canciones que hablan de la mamá, de la hija, entonces tenía mucho que ver con esa vuelta a casa, la presentación de este libro fue en Concepción, como volver”, dice el editor y también músico, Gonzalo Planet.
Henríquez fue trasplantado del hígado en mayo del año pasado y, al tercer mes, volvió al escenario del Arena Monticello, durante un concierto de Café Tacvba. Luego, a los 11 meses, volvió a Concepción para repasar su disco solista, celebrar el primer año del Teatro del Biobío y lanzar el colorido libro en cuya portada aparece aún niño, vestido con un traje de hombre rana. “La idea era que coincidiera con el show, y funcionó súper bien en ese contexto, se vendieron un montón (de libros) ahí (en un espectáculo gratuito). Álvaro firmó algunos, y tiene dibujos súper personales, de la infancia, registros de las notas del colegio, entonces los fans estaban bien sorprendidos con estos documentos”, agrega el también bajista de Matorral.
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“Hay viajes que se queman al terminar, en este caso la búsqueda es permanente. (…) Es un reencuentro simbólico que trasciende lo que podría ser a simple vista una visita a la casa paterna: vuelve para interpretar una obra pocas veces compartida en escena, una construcción que guarda las complejidades y los laberintos personales de una vida intensa. (…) Es su secreto mejor guardado, el material elemental de su trabajo. El tormento y la espada que cuelga sobre su cabeza”, escribe en el libro Gonzalo Henríquez, el hermano menor del autor de “Amada”.
Planet agrega que convertir el disco en texto e imágenes “fue una licencia que nos tomamos. No sé si calificarlo exactamente como un libro, pero lo que nos interesó (junto al editor Daniel Madrid) hacer con Álvaro fue un tour book, esas publicaciones que suelen traer los artistas internacionales y que tienen que ver con la gira”, pese a las reticencias tras la publicación de Los Tres: la última canción (Aguilar, 2002), de Vera Land y Enrique Symms, donde la vida amorosa de Henríquez luce más que su trabajo artístico. Ahora, el libro del músico “funciona casi como un programa del concierto”, afirma el editor. Las canciones impresas “son como un poema. Cuando se juntan con la música logran construir otra cosa, no solamente una musicalización, es como un universo nuevo en la canción”.
El periodista de la desaparecida versión chilena de revista Rolling Stone, en 2012 convirtió varios poemas de Enrique Winter en el vinilo “Agua en polvo”, es decir, el proceso a la inversa: “Fue imbuirse en su mundo, revisamos juntos sus poemas y empezamos a diseñar cómo sería el disco, (…) que tratamos de hacerlo calzar con los poemas, sin hacer una musicalización clásica de poemas, como convertirlos directamente en canción o con banda de jazz, sino que hicimos una especie de banda sonora de cada poema, lo cual nos dio la libertad de que no está cerrado a un solo género, hay cosas más rock, otras más electrónicas”, describe.
El libro “Fome”
Este viernes y sábado, a las 21 horas, Los Tres celebrarán en el Teatro Coliseo los 22 años del disco Fome, donde aparecen las coreables Bolsa de mareo y Olor a gas, entre otras
canciones, las que también estarán disponibles como libro: “Pensamos en hacer algo de las mismas características (que Álvaro Henríquez), pero más grande, porque Fome lo amerita, el disco es súper importante para mucha gente (más de 38 mil copias vendidas) y fue relevante cuando apareció. Madrid me dijo ‘eso lo podríai editar tú, imagínalo’. Entonces pensé que David Ponce era una buena pluma, es una persona que conoce mucho a Los Tres, su música y que, de hecho, cubrió el concierto de lanzamiento”, cuenta Planet.
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La noche del lanzamiento del disco, Chile jugaba contra Colombia por las eliminatorias para Francia ’98, por lo cual la banda decidió transmitir el partido por las pantallas del Teatro Monumental mientras MTV cubría el show y alucinaba con la idea, tal como el productor del disco, el neoyorkino Joe Blaney, con quien grabaron en Estados Unidos y a cuyo estudio los penquistas llegaban vestidos formales, y el ingeniero “como que se reía: ‘¿Para qué se visten así si acá no hay nadie?’”, cuenta Planet, “más encima ese estudio estaba a las afueras, como en el campo, entonces ‘¿a quién quieren sorprender?’”.
Blaney habla en el libro Fome –de 100 páginas con material inédito –porque “tenía recuerdos muy vívidos, se fue de lengua”, ríe el editor y bajista. “Creo que Los Tres eran una banda muy bien armada”, agrega el productor en el texto. Blaney también ha trabajado con The Clash y Charly García, leo mientras un gato se echa en una de las cajas de recuerdos para
la mudanza.
Álvaro Henríquez
Gonzalo Planet y Daniel Madrid (editores)
Libros del Pez Espiral
32 páginas
$ 10.000
Fome
David Ponce
Libros del Pez Espiral
100 páginas
$16.000
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