A los 95 años murió Christopher Tolkien, el hijo de J.R.R. Tolkien, creador de la saga de El Señor de los Anillos (1954).
La información fue confirmada por Tolkien Society mediante un comunicado, aunque no se ha publicado hasta este momento de qué falleció el albacea y guardián de las esencias de la Tierra Media, protector de las licencias y obras de su padre.
Debido a lo anterior, Christopher Tolkien también tuvo un papel muy importante en la difusión del trabajo de su progenitor. Incluso fue editor de algunos títulos una vez éste falleció en 1973.
El también primer lector de El Hobbit (1937) tuvo un rol fundamental en la creación del mundo habitado por las criaturas que nacieron de la mente del escritor.
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Esto porque J.R.R. Tolkien contó en más de una oportunidad que las historias que dio vida en el universo de la Tierra Media comenzaron sobre un mapa, documento del que Christopher fue el cartógrafo y colaborador, ya que le reunia los escritos y hasta las ideas del vasto imaginario que reunió a hobbits, elfos, orcos, enanos y humanos.
Uno de sus mayores aportes, justamente, fue con El Silmarillion, esa especie de biblia del vasto mundo de El señor de los anillos, y que él ayudó a compilar para que pudiera ser publicada en 1977, cinco años tras la muerte de su padre.
Pero esa no es la única vez que la mano invisible de él estuvo presente en una obra de Tokien. Los hijos de Húrin fue comenzada por el padre, pero en 2007 fue editada por el hijo, completando una pasaje de las historias de la Tierra Media.
En tanto que de La leyenda de Sigurd y Gudrún (2009) y La caída de Arturo (2013) también tuvieron la mirada de Christopher, aunque todos son firmados por J.R.R. Tolkien.
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Incluso, con la adaptación más importante de este universo fantástico, Christopher tuvo un impacto. Hablamos de las versiones cinematográficas de El señor de los anillos, La dos torres y El retorno del rey por Peter Jackson.
Lo anterior, porque criticó algunos aspectos en los que el director trasladó ciertos aspectos de la obra a la gran pantalla.
Pese a que nunca tuvo apariciones mediáticas por esto, sí demandó a la productora a cargo, New Line Cinema por 80 millones de libras.
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