Continúan las repercusiones por la solicitud de Alejandro Gil, presidente del directorio de Clínica Las Condes, para obtener una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19. Ante esta petición, las enfermeras encargadas explicaron que ya había completado su esquema, pese a esto, terminó siendo inoculado y las profesionales denunciaron la situación. La jefa de Servicios Ambulatorios, Leticia Ortiz, renunció y la coordinadora del vacunatorio fue despedida.
Al respecto, José Luis Espinoza, presidente de la Federación Nacional de Enfermeras y Enfermeros, expresó en entrevista con CHV Noticias que “primero quiero agradecer el rol y rectitud con la que cumplieron la función esas enfermeras, porque no es fácil que llegue una orden desde la autoridad máxima a imponer que hagas un procedimiento que no está autorizado“.
Junto con cuestionar que se haya “saltado la fila”, argumentó que “eso lo que crea es inequidades en salud, siendo que una persona porque tiene un puesto más acomodado o porque tiene el recurso económico puede exigir que sea vacunado, no corresponde”.
“No nos podemos quedar solo con el sumario de la Seremi o de Clínica Las Condes, sino que tenemos que llevarlo a los tribunales de Justicia porque acá hay un delito, un mal uso del recurso público”, manifestó el dirigente.
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En la misma línea, enfatizó que “las vacunas están cubiertas con recursos de todos los chilenos y no son de CLC ni de este señor Alejandro Gil, son de todos nosotros y así se deben velar“.
“No podemos hacer estos abusos de poder y vulneraciones laborales frente a una funcionaria y, además, este abuso de poder de ‘porque tengo una posición jerárquica tengo la posibilidad de hacer esa exigencia’, no corresponde”, cuestionó Espinoza.
Finalmente, concluyó que “aquí hubo un abuso de poder del presidente de la organización frente a la gerenta de enfermería, quien también se ve presionada“.
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