(Efe) – Aunque las vacunas contra el COVID-19 son eficaces, los científicos siguen buscando fármacos con los que afrontar posibles nuevas (y peligrosas) cepas del virus. El último hallazgo ha sido la proteína chaperona GRP78, esencial para que se propague el SARS-CoV-2.

El estudio, dirigido por la bioquímica Amy S. Lee, de la University of Southern California (USC) y publicado este lunes en Nature Communications, ha descubierto que esta proteína -implicada en la propagación de otros virus- desempeña un papel esencial en la propagación del virus que causa el COVID-19.

El estudio demuestra que cuando se bloquea la producción de GRP78 o se inhibe su actividad con un nuevo fármaco desarrollado para tratar el cáncer, se reduce en gran medida la replicación del virus.

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La investigación sugiere que este fármaco podría proteger contra el COVID-19 y ser eficaz incluso cuando se desarrollen nuevas cepas: “Un problema importante en la lucha contra el SARS-CoV-2 es que muta y se adapta constantemente para infectar y multiplicarse de forma más eficaz en sus células huésped”, explica Lee.

Buscando formas más estables de combatir el virus, Lee y sus colegas de la Facultad de Medicina Keck de la USC y del Centro de Investigación e Innovación de la Clínica Cleveland de Florida empezaron a investigar el papel del GRP78, una proteína chaperona celular clave.

En un estudio publicado en 2021, los investigadores de Keck demostraron que cuando el SARS-CoV-2 infecta un organismo, el GRP78 es secuestrado para trabajar en conjunto con otros receptores celulares para llevar el virus SARS-CoV-2 al interior de las células, donde se reproduce y propaga.

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Pero los investigadores no estaban seguros de si el GRP78 es “necesario y esencial” para que el SARS-CoV-2 se replique en las células pulmonares humanas. Al examinar las células epiteliales pulmonares humanas infectadas por el SARS-CoV-2, el equipo de investigación observó que, a medida que se intensifica la infección viral, las células infectadas producen mayores niveles de GRP78.

Después, en un cultivo celular, el equipo de Lee suprimió la producción GRP78 en las células epiteliales pulmonares. Cuando las células se infectaron con el SARS-CoV-2, produjeron menos cantidad de la proteína viral de la espiga y liberaron mucha menos cantidad del virus para infectar otras células, lo que demostró que la GRP78 era necesaria y esencial para que el virus se replique.

A continuación, para evaluar si un tratamiento de GRP78 es eficaz para tratar el COVID-19, el equipo probó en las células pulmonares infectadas el fármaco HA15, desarrollado para su uso contra las células cancerosas.

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“Descubrimos que este fármaco era muy eficaz para reducir el número y el tamaño de las placas de SARS-CoV-2 producidas en las células infectadas, en dosis seguras que no tenían ningún efecto perjudicial en las células normales”, explica Lee. Los investigadores probaron el HA15 en ratones modificados genéticamente y descubrieron que el fármaco reducía en gran medida la carga viral pulmonar.

En un estudio paralelo, Lee y los investigadores de Keck junto a científicos de la Universidad de Michingan, evaluaron la eficacia del HA15 en el cáncer y de otro inhibidor del GRP78, el YUM70. Descubrieron que el HA15 y el YUM70 pueden suprimir la producción de proteínas KRAS mutantes -una mutación común que tiende a resistir el tratamiento farmacológico- y reducir la viabilidad de las células cancerosas que presentan tales mutaciones en el cáncer de páncreas, pulmón y colon.

Estos hallazgos, que acaban de publicarse en la revista Neoplasia, sugieren que dirigir el GRP78 puede ayudar a combatir estos cánceres mortales. Se trata de estudios básicos de prueba de principio; se necesitan más investigaciones, incluidos ensayos clínicos, para establecer que HA15 y YUM70 son seguros y eficaces para su uso en humanos.

Estos y otros inhibidores del GRP78 se están probando ahora como tratamientos tanto para el COVID-19 como para el cáncer. 

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