Por Sebastián Aguirre
Reuters

El cierre forzado de los colegios, la suspensión de clases para universitarios y la obligatoriedad del trabajo a distancia para miles de trabajadores ha reunido nuevamente a las familias en casa. En Chile y en el mundo. No en las circunstancias que quisiéramos, sino por la amenaza del COVID-19 que sigue esparciéndose por todas partes.

Obligados al encierro, las rutinas se arman en torno a las pantallas. Ya sea para estudiar o trabajar a distancia, o bien para entretenerse, todos necesitan Internet.

Y ese imprevisto cambio de hábitos ha puesto a prueba las redes. En el mundo, según la compañía Akamai Technolgies, el tráfico ha subido al doble respecto a marzo de 2019. Y ha obligado a tomar acciones concretas. La Unión Europea pidió esta semana que Netflix y YouTube redujera la calidad de su streaming para no saturar la red.

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El jefe de Industria del bloque, Thierry Breton, advirtió que ante el aumento del consumo se podía provocar un colapso de la red cuando se necesitan priorizar otros usos, en el ámbito de salud o educación.

“Los operadores de streaming, las operadoras de telecomunicación y los usuarios, todos tenemos responsabilidad conjunta para tomar acciones que garanticen un buen funcionamiento de Internet durante esta batalla contra la propagación del virus”, dijo en un comunicado este miércoles.

Netflix recogió el guante y anunció la disminución por 30 días. En el Reino Unido este jueves ya se podía apreciar una caída de 25% en la velocidad del streaming. Nada dramático, salvo que el contenido en 4k probablemente ya no se vea en altísima resolución.

¿Y en Chile?

¿Puede ocurrir lo mismo en nuestro país? Por ahora el tráfico ya ha aumentado entre un 25% a 30% desde este lunes, luego de que iniciaran las restricciones de circulación. Cifra que informó la Subsecretaría de Telecomunicaciones tras la respuesta de las operadoras Claro, Entel, GTD, Movistar, Mundo Pacífico, VTR y Wom, entre otras.

Este incremento en la demanda es tanto de banda ancha como el tráfico de voz ante la contingencia por el COVID-19. Incluso, el tráfico de voz en algunos casos ha aumentado hasta 50%.

La subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, calificó como una muy buena noticia que las empresas hayan decidido liberar contenido y mejorar las condiciones de conectividad de manera gratuita. Sin embargo, aseguró que “como Subtel estaremos constantemente fiscalizando y monitoreando el funcionamiento de las redes para facilitar las actividades remotas”.

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Antonio Bueno, director de Tecnología de Movistar Chile, explicó que el aumento se ha mantenido en un 25% en horarios de mayor uso y es generado principalmente por las aplicaciones de video streaming.

Tanto las autoridades como también la empresa privada han llamado a los usuarios a priorizar un uso responsable del Internet. Desde Movistar Chile aseguran que, hasta ahora, el aumento en el nivel de demanda “ha sido bien soportado”, pero que de “existir incrementos mucho mayores en el corto plazo, los usuarios podrían percibir lentitud de navegación en cierto horarios de alta demanda”.

Además, aclararon que “el rendimiento percibido por los usuarios también depende de los destinos a los cuales están accediendo, es decir, de la forma en que los proveedores de contenidos, servidores, aplicativos web y apps más populares están gestionando la mayor demanda sobre sus contenidos”.

Pero no solo importa la red que tenemos, sino también los cambios de comportamiento.

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“Va a haber sí o sí un cambio en el patrón de consumo y en las trayectorias de los ciudadanos”, explicó el presidente de la Cámara Chilena de Infraestructura Digital y ex subsecretario de Telecomunicaciones, Rodrigo Ramírez.

“Entonces un edificio, donde antes a las 10 de la mañana habían 5 personas, hoy día nos vamos a encontrar con edificios donde al mismo tiempo van a haber más de 100 personas tratando de acceder a Internet. Y eso va a provocar sí o sí una congestión”, dice.

“El país tiene buenos refuerzos, buena resiliencia, en fibra óptica. Y hay que seguir reforzándola”, explica Ramírez, quien asegura que el consumo diario que se ha visto esta semana está bien distribuido durante el día.

“Lo que hay que asegurar es que la actual capacidad de infraestructura no vaya a colapsar“, finaliza.

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