Por Carlos Pizarro

Soy Carol Bown (UDI), convencional constituyente por el distrito 15, abogada y tengo un par de magíster, pero principalmente he dedicado mi vida al servicio público. He trabajado en municipios urbanos y rurales en el poder legislativo y también ejecutivo. Soy mamá de tres hijos chicos. Mamá que trabaja, por lo tanto, tengo también esa visión de la mujer, integradas la vida familiar y laboral.

Represento a un distrito que tiene diversidad cultural, territorial y también entre cada una de las comunas, y un mundo rural invisibilizado. Creo firmemente en la descentralización y en la entrega de más recursos a los municipios para tomar las decisiones lo más cerca de la gente.

La nueva figura del gobernador regional me parece bien, vamos avanzando en una línea. Pero plantearía de entrada mayores atribuciones, herramientas y recursos a los municipios y que sean estos la puerta de entrada. Y que tengan recursos proporcionales a la vulnerabilidad de las personas, cantidad, dispersión territorial y condiciones de esas personas, y que no sea el factor del municipio que tenga más recursos el que tenga gente más rica en ellos.

He conversado con algunos convencionales que conozco y otros me han contactado y hemos tenido alguna conversación. Lo que creo que tenemos que hacer es sentarnos una vez que se instale la Convención y buscar generar las confianzas que nos permitan entender que si bien pueden haber personas con una posición distinta a la mía o a la nuestra, el que está al frente también está buscando el bien de los personas que viven en nuestro país, y que no hay grupos de buenos o malos.

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Es verdad que si todos los que no pertenecen a la derecha trabajan juntos tienen todas las posibilidades de aprobar lo que ellos quieran, pero creo que esa no es la forma en que construimos patria, en que construimos un Chile mejor. Eso es pasar máquina de acuerdo a mayorías circunstanciales.

Además, decir que ellos, la no-derecha, recuerden que votó un 43% de la población. Imagínate si dijéramos que el casi 60% que no votó es derecha, la verdad es que eso no es así. Así que lo que yo creo es que si bien si estuvieran muy bien organizados podrían pasarle máquina a la derecha, creo que lo que vamos a tener son mayorías móviles y que en distintos temas hayan distintas mayorías.

Tengo confianza en que la mayoría de la gente no va por la actitud de pasar máquina, sino que de tener una conversación. Cuando uno tiene una conversación con la gente, tienen la idea de que la derecha no quiere garantizar los derechos sociales, y por supuesto que sí queremos. Pero también queremos generar las condiciones que permitan al país crecer de forma tal que existan los recursos para financiar esas prestaciones.

Hay que ser realistas y saber que somos minoría. Si uno analiza las personas independientes, la mayoría no representa las ideas de la derecha tradicional. Eso está claro, y que aquí se viene un cambio y que la Constitución no será la misma es de un realismo político e intelectual reconocerlo. Si hubiéramos alcanzado más escaños, quizás podríamos estar proponiendo ya un texto de reglamento, pero eso no es así.

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Hay que tener el realismo suficiente para decir “ya, no tenemos la mayoría, nuestro rol tiene que partir por esperar del otro lado apertura para escuchar”. Si no es así, probablemente vamos a estar mucho más en el palco.

De todas formas, la Constitución lo que hace es generar la estructura de funcionamiento del Estado, los pesos y contrapesos que permitan que nadie se arrogue atribuciones que no tiene y el resto, la bajada de esto, se le entrega a las leyes y al diseño de políticas públicas. Los 155 no podemos ser expertos y pretender en la Constitución regular la bajada de política pública y legislativa de cada una de las cosas que le interesan a los ciudadanos.

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