Créditos: UNIVISIÓN EN YOUTUBE

Durante la noche del jueves, el Watsco Center de la Universidad de Miami fue el escenario donde se realizó la entrega de los Premios Billboard de la música latina y Daddy Yankee tuvo una especial velada.

El cantante de 45 años -el más popular del género del reggaetón- fue galardonado con el premio “Salón de la Fama”, estatuilla que se da ocasionalmente y que lo convirtió en el primer reggaetonero en hacerse con el reconocimiento.

Fue en medio de los agradecimientos por la obtención de aquel premio que el boricua, apodado “The Big Boss”, pronunció un conmovedor discurso.

Junto con recordar que comenzó su carrera musical a los 15 años, Yankee confesó que le “tomó tres décadas entender que con disciplina, sabiduría, determinación, uno se podía llevar un reconocimiento”.

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Luego continuó: “nunca imaginé que la disciplina me iba a entregar la llave de ser el primer artista urbano en la historia de ingresar al Salón de la Fama de Billboard”.

Pero más allá de la emotividad de los dichos del artista, la atención se centró en el final de su alocución, dado lo enigmático de su menaje. “Con mucho respeto para todos ustedes, muchas gracias, y disfruten de mi última ronda musical que viene por ahí”, concluyó un enigmático Daddy ante una ensordecedora ola de aplausos de los asistentes.

Las reacciones no se hicieron esperar en redes sociales tras lo que –para muchos– significó un anuncio sobre el retiro musical del intérprete de Gasolina, mientras otros confían en que solo sea una alusión al eventual lanzamientos de nuevos sencillos.

Lo concreto es que, siga o no ligado a nuevas creaciones, el legado de Ramón Ayala –como se llama originalmente– seguirá perpetuándose en la historia de la música global.

 

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