Si eres propenso a tropezar o perder el equilibrio, entonces investigadores en Japón tal vez tengan una inusual solución: una cola robótica.

Un equipo de las Universidad de Keio en Tokyo diseñó una cola humana usable, la cual se utiliza a través de un arnés y puede ayudar al usuario a corregir su equilibrio de la misma manera que lo hace con animales.

La cola biomimética fue creada luego que los investigadores examinaran mamíferos y otros vertebrados cuyas colas actuaban como un miembro más. La gruesa cola de un metro, unida a la cintura del usuario, luce como algo sacado de una película de ciencia ficción. Cubierta por placas que imitan vértebras, se tuerce y gira como una cola real.

Así es como funciona: la cola contiene un sensor y cuatro “músculos” artificiales, los cuales le permiten moverse en respuesta a los movimientos del usuario. Por ejemplo, si te inclinas a la izquierda, la cola se mueve a la derecha. Si te inclinas hacia abajo, la cola gira hacia arriba.

Keio University Graduate School of Media Design

Este contramovimiento provee suficiente fuerza para cambiar el momentum y centro de gravedad del cuerpo, ayudando a corregir el equilibrio y darle al usuario mayor estabilidad.

El proyecto, llamado Arque, es dirigido por Yamen Saraiji, Junichi Nabeshima y Kouta Minamizawa. Los investigadores dieron con la idea hace un año. “Estábamos interesados en (preguntar) ‘¿cómo podemos empoderar el cuerpo humano con tecnologías usables?'”, dijo Saraiji.

Al comienzo, los investigadores experimentaron con prototipos basados en colas de gatos y tigres, aunque ambas eran muy delgadas para afectar el equilibrio del cuerpo. Entonces cambiaron su foco a las colas de caballos de mar, porque son más grandes y pesadas, dándoles la cantidad necesaria de momentum y fuerza.

Saraiji dijo que las colas necesitan representar cerca del 5% del peso del cuerpo del usuario para poder ser efectivas, así que el largo y peso de la cola pueden ser ajustados. Ya que la cola se une a la cintura, los usuarios “no sienten un peso significativo hasta que la cola empieza a moverse”.

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Saraiji fue enfático en que las colas aún están en fase de investigación y desarrollo, y no estarán disponibles pronto. Investigadores esperan agregarle más músculos artificiales de manera que la cola responda más rápido a los movimientos del usuario. Además están investigando posibles efectos secundarios por el uso prolongado de esta.

Habiendo trabajado en la cola por el último año, el equipo reveló su prototipo al público por primera vez dos semanas atrás, y ya están pensando en cómo utilizarla.

“Estamos interesados en colaborar con equipos médicos para investigar la efectividad de usar esto en personas con problemas de equilibrio”, dijo Saraiji. “¿Cómo serán los cuerpos humanos del futuro con tecnología utilizable en cinco o diez años más?“.

Más allá de las personas con problemas de equilibrio o muscular, la cola también podría ayudar a los adultos mayores a mantenerse equilibrados, o para entregar mayor apoyo en trabajos que requieran levantar objetos pesados, dijo Saraiji.

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También tiene potencial en la industria del entretenimiento, específicamente la realidad virtual y retroalimentación háptica. Por ejemplo, si alguien está usando un producto de realidad virtual, la cola podría ayudar a emular el escenario virtual. Si la plataforma muestra un fuerte viento soplando, la cola podría desbalancearte, haciéndote sentir que están parado en la ventolera.

La cola es sólo el último producto del equipo. Otros investigadores de la Universidad de Keio han experimentado previamente con miembros adicionales y sistemas utilizables operados de forma remota que permiten a los usuarios “compartir cuerpos”.

En los últimos años Japón se ha convertido en el líder mundial en el campo de la tecnología utilizable.

Tokyo lanzó la Expo Utilizable en 2015, la feria de tecnología utilizable más grande del mundo, incluyendo de todo desde guantes electrónicos para pianistas hasta kimonos electrónicos.

Algunos son entretenidos, como arnés para perros que le dicen al dueño cómo se sienten. Otros pueden mejorar la calidad de vida del usuario drásticamente, como los exoesqueletos robóticos que ayudan a los niños con problemas de parálisis cerebral. Algunos son pequeños y más sutiles, como los stickers de uñas con códigos de barra escaneables que podrían ayudar a rastrear a adultos mayores con demencia senil.

Empoderando a la gente con discapacidades, o personas con cuerpos más débiles, esperamos que podamos alcanzar ese nivel en algún punto del futuro cercano”, dijo Saraiji.

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