¿Qué ocurre en el cuerpo cuando el estrés se vuelve permanente?

Por CNN Chile

06.08.2025 / 14:46

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El estrés crónico puede afectar seriamente la salud física y mental si no se trata a tiempo. Dormir bien, mantener hábitos saludables e incorporar actividades relajantes son claves para prevenir sus efectos negativos.


¿Cómo impacta el estrés en nuestra vida? El estrés puede entenderse como una respuesta natural del cuerpo frente a situaciones que se perciben como amenazas o desafíos, activando reacciones físicas y emocionales que, en contextos agudos, pueden ayudarnos a sobrellevar esos momentos. Sin embargo, cuando esta respuesta se prolonga en el tiempo sin permitir una recuperación adecuada, se transforma en estrés crónico, lo que puede tener efectos dañinos para la salud.

El académico y magíster en Salud Mental de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, Juan Videla, advierte que “el estrés crónico eleva de forma sostenida los niveles de adrenalina y cortisol, dos hormonas que en exceso aumentan la frecuencia cardíaca, elevan la presión arterial y pueden desencadenar arritmias”.

Uno de los efectos más preocupantes es su relación con la ateroesclerosis, una enfermedad cardiovascular provocada por la acumulación de placas de grasa y colesterol en las arterias. “Estas placas reducen el diámetro de las arterias, dificultan el flujo sanguíneo y, si se rompen, pueden generar coágulos que provocan infartos o accidentes cerebrovasculares”, subrayó Videla.

¿Cómo prevenir?

Para prevenir el estrés crónico y sus efectos cardiovasculares, el experto señaló que pueden ser necesarias estrategias farmacológicas, como el uso de medicamentos que regulen la presión arterial y modulen la respuesta al cortisol. Otra opción la constituyen las medidas no farmacológicas, y en algunos casos, la combinación de ambas.

Entre las medidas no farmacológicas destacan la práctica regular de ejercicio físico, una alimentación balanceada rica en frutas, verduras y fibra, la reducción del consumo de alcohol y tabaco, una rutina de sueño reparador de al menos siete horas diarias, y la incorporación de actividades relajantes como yoga, taichí, caminar, leer o escuchar música.

“El estrés crónico es un factor de riesgo importante, pero también modificable”, destacó el docente. “Intervenir a tiempo permite no solo mejorar la calidad de vida, sino también aumentar la esperanza de vida y alcanzar un mayor bienestar físico y mental”, reiteró.