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La vida la vio siempre a través de imágenes. Cuando niño se escondía entre la ropa de su madre para entrar al cine y ver películas. Desde de las butacas soñaba en ser en quien se ha convertido.

Es uno de los cineastas más importantes no solo en Chile, sino que también del continente. Es perfeccionista y apasionado, a tal punto que se tuvo que esperar 14 años para ver “…Y de pronto el amanecer”, su última cinta estrenada y la que representará a nuestro país en los premios Oscar y Goya.

En entrevista con Matilde Burgos, en CNN Íntimo, Silvio Caiozzi habló de su pasión por el cine, la exhibición de las películas chilenas, recordó el Golpe Militar y opinó sobre la figura política de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.

— Partimos hablando de esta última película “…Y de pronto el amanecer”. ¿Es la que más satisfacciones te sigue dando?

— Yo creo que sí. Me ha dado más satisfacción sobre todo por ver la reacción de la gente que ve la película. Esto sucede igual con distintas culturas, con distintas razas. Es Montreal había gente de todas partes del mundo, fui a China al Festival de Beijing y wow, fue lo mismo.

— ¿Cuál es la clave o qué tiene esta cinta para que pueda identificar a públicos de tan distintas latitudes, culturas e historias?

— Lo que se repetía mucho en las felicitaciones es que era humana. Me decían “estamos cansado de ver violencia y lo mismo en el cine, lo suyo es volver a lo humano”.

— Se cumple recién un año desde que esta película ganara el Festival de Montreal como la mejor película, es uno de los festivales más importantes de clase A, y finalmente es una historia que sigue teniendo su ciclo, sigues promocionándola. ¿Cuánto dura el ciclo de una película?

— Eso es relativo, no todas son iguales. En el caso de esta película va dando qué hablar, entonces me siguen invitando y la van invitando de distintas partes cada vez más y más. Sigue como si se hubiese estrenado ayer.

Netflix: se cierran puertas, se abren otras

— Esta película los chilenos no la han visto tanto. ¿Qué pasa con el cine chileno? Tuvimos también una ganadora de un Oscar que tampoco la han visto. ¿El cineasta chileno parte con el público en contra? ¿Qué pasa?

— Hay un momento muy malo en este instante. Hay una incongruencia muy rara. El cine chileno ha estado en el mejor de sus momentos en cuanto a premios internacionales, eso es obvio, y en el peor momento en cuanto al público chileno. Hay una cosa muy extraña que ha sucedido durante los últimos años.

— ¿A qué lo atribuyes tú? ¿A un prejuicio del chileno hacia su cine, o que las películas están poco tiempo en exhibición, no tienen la promoción que deberían?

— Es una mezcla de cosas, tormenta perfecta. Esto que el público entra en etapas anti cine chileno lo he visto pasar varias veces, no es algo nuevo. Es un público de repente se pone a favor y son los momentos espectaculares (…)  también hay una razón muy fuerte hoy. Por alguna razón extraña, hay una especie de esconder la exhibición, la promoción. Y no solo del cine chileno, sino que también el europeo.

— El tema de Netflix y las distintas plataformas: ¿hacia eso va el cine? ¿Es más fácil de producir para una plataforma que para un estreno en sala? ¿Dónde crees que va la industria?

— El cambio ya se produjo, en Chile está todavía empezando. Hay un cambio de ruta entre la exhibición en salas de cine, e incluso en televisión, que va disminuyendo, a un auge tremendo de todas las empresas streaming, que está usando todo tipo de cine. Netflix surge porque hay un público inmenso en el mundo que se quedó sin cine, sin cine del bueno.

— ¿Silvio Caiozzi va a estar en Netflix o en algunas de las plataformas?

— Es que viene un cambio y es un cambio maravilloso, porque si te están cerrando las puertas en el sistema de exhibición tradicional. Es fenomenal que se abran estas otras puertas.

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Segundas partes nunca fueron buenas

— ¿Qué te dice la figura de Michelle Bachelet?

— Michelle Bachelet tuvo para mi gusto un pésimo segundo gobierno. Es una persona que en el fondo la inventa Lagos cuando la transforma y lo hace de forma muy inteligente. Por una mujer que fue víctima de la dictadura para relacionarse con los militares. Esa movida es políticamente extraordinaria, brillante. Sale una foto de ella en que está arriba de un tanque con una flor y ahí aparece Michelle Bachelet. Entonces, claro, yo creo que es un personaje que aparece con un carisma, sobre todo con las mujeres, y por eso se justifica que haya tenido dos gobiernos.

— ¿Valor político en sí no le ves?

— No le veo tanto, porque no tiene el peso. Parte de una foto, no tiene un peso como solían tenerlo los antiguos políticos chilenos. Esa falta de peso se ha perdido en muchos. Entonces, uno se acuerda de los antiguos políticos chilenos que tenían un peso enorme.

— ¿No está en que fuera mujer, como muchas veces se intentó explicar que era un liderazgo distinto?

— Te juro que no veo diferencias porque es mujer es así, porque es hombre es asá. Yo veo a la gente en lo que hace y cómo lo hace, punto. Y hay mujeres extraordinarias en el mundo, hay líderes.

— ¿El segundo gobierno de Michelle Bachelet fue una mala película?

— Mala película. Yo creo que fue mala película porque ella desde el inicio se aisló, acuérdate que no fue recibida por los políticos que la apoyaron al inicio, entonces ella se reunió con su grupo y es ahí por qué fue un mal gobierno. No tuvo el apoyo extraordinario que tuvo en su primer gobierno, donde tuvo un gran apoyo de grandes políticos, con peso, con fuerza. Ahí yo veo la diferencia, puedo estar totalmente equivocado.

— Como se dice en el cine: ¿las segundas partes nunca fueron buenas?

— Jajajaja. Hay segundas partes de películas como Coppola con “El Padrino” que es muy buena, entonces es relativo.

— ¿Y la figura de Sebastián Piñera qué te dice?

— Bueno, él es un tecnócrata, una persona muy ejecutiva, pero que adolece hasta el día de hoy esta cercanía, esta cosa como con la cultura. Ahora se está hablando que van a cortar los fondos a la mitad, no es que le vayan a hacer una rebajita, entonces ahí es cuando uno empieza a sentir que le falta ese otro lado que es el humanismo. Por el lado de persona ejecutiva y técnico de los dineros a lo mejor funciona muy bien, aparentemente en el primer gobierno el país estuvo más o menos estable en economía, pero dan ganas de esa otra parte que no se le ve mucho.

— ¿Cuáles son los temas de la sociedad de este Chile que tal vez te movería a presentar ahora? El feminismo, la ola de inmigrantes… ¿qué temas te mueven?

— El tema que hoy día me llega con mucha fuerza, cada vez más, es esta sensación de que pareciera que todo el planeta está gobernado por un grupo chico de gente, son todos amigos, y supuestamente son enemigos, esa es la sensación que a mí me da. Eso es bastante nuevo en el planeta. Si tú te fijas cómo te imponen temas, cómo todo está manejado desde que partieron con la idea de la globalización (…) el poder es un tema que a mí me ha dado vuelta siempre, es cierto, pero en el fondo si tú miras varias d mis películas el tema poder es el que está detrás. Me enerva el abuso de poder, me cargan las dictaduras de donde vengan. Es un tema que me ha dado vuelta toda la vida.

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