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“En la dictadura había un alma que miraba no a la dictadura misma, el punto no era terminar con Allende, el punto era sentar las bases de una nueva República, un nuevo Chile. Esa era una de las tendencias al interior de la dictadura, no era la única, pero esa lleva a la creación de la comisión Ortúzar”.

Con esas palabras parte Fernando Atria, abogado constitucionalista y ex militante del Partido Socialista (PS), detallando en entrevista con CNN Chile y CHV Noticias el proceso que gestó la Carta Magna en dictadura.

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De acuerdo al también académico de la Escuela de Derecho de la U. de Chile, la “finalidad principal era evitar que vuelva a ocurrir lo que ocurrió en 1970, es decir, evitar que vuelva a ocurrir que sea elegido un gobierno genuinamente transformador“.

“Lo que la Constitución hace es que le da forma democrática al poder, pero lo vacía de contenido“, sostuvo.

Consecuencias de la Constitución del ’80

Para Atria, la Constitución lo que hizo desde que se puso en ejercicio, y con mayor fuerza tras el retorno a la democracia, fue “negar las consecuencias políticas del principio democrático” a través de varias herramientas, entre ellas, la de los senadores designados: “el poder legislativo no estaba distribuido de acuerdo a lo que se manifestaba en las elecciones, sino que estaba distribuido previamente por el orden constitucional en favor de quienes estaban por mantener el orden que había fijado la dictadura”.

Pero también habían otros mecanismos: “Como el sistema binominal, el Tribunal Constitucional, las Leyes Orgánicas Constitucionales, los procesos de reformas constitucionales. Todos estaban pensados para que pudiera haber democracia, en el sentido de que se eligiera al presidente, la Cámara de Diputados, 2/3 del Senado y desde 2005 todo el Senado, pero que esa democracia fuera una democracia vacía de contenido“.

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Lo anterior se traduce, de acuerdo al abogado, en la “posibilidad de que un proyecto político transformador pudiera ganar y, segundo, pudiera realizarse, estaba excluida de entrada“.

Para Atria, esto se explica porque la Carta Magna “se dio por imposición unilateral de quienes fueron vencedores militares el 11 de septiembre y como fue una imposición unilateral de los vencedores militares del 11 de septiembre, entonces es una Constitución que los beneficia a ellos, que protege lo que a ellos les interesa proteger“.

Está diseñada para que el orden que ellos impusieron durante la dictadura no pueda ser cambiado, que pueda ser ajustado, pero que no pueda ser transformado significativamente, que no pueda dejar de haber un sistema de pensiones de capitalización individual”, detalló, junto con concluir que “la política general durante estos 30 años no ha sido capaz de tomar decisiones transformadoras”.

Reformas de Lagos

Si bien Fernando Atria destaca que la modificación a la Carta Fundamental liderada por el ex presidente Ricardo Lagos “constituye un avance” y que “es la reforma que se pudo hacer dado que sólo se podía hacer lo que la derecha estaba dispuesta a aceptar que se modificara”, detalla algunas críticas importantes.

“Creo que el error no fue hacer la reforma, el error fue haber presentado la reforma como si fuera la solución del problema constitucional, porque, al hacer eso, Lagos y la Concertación lo que hicieron fue apropiarse de todo lo que quedaba de la constitución”, reflexionó.

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En la misma línea indicó que “era evidente que el problema constitucional no había quedado solucionado. En las siguiente elección presidencial (2009) salvo Sebastián Piñera, todos decían que era necesaria una nueva Constitución, no reformas constitucionales. Es evidente que las reformas del 2005 no sirvieron para hacer lo que Lagos pretendió que hicieran“.

Proceso de Bachelet

Por otra parte destacó la importancia del proceso que propuso Michell Bachelet, ya que al no ser no llevada a cabo, dijo, constituye una especie de gestación del malestar social que derivó en que el país se haya embarcado en el proceso constituyente actual.

“Quienes hicieron fracasar el proceso constituyente de Bachelet tienen una enrome responsabilidad por el hecho de que el problema constitucional no pudo ser solucionado antes de que estallara. Además, son los mismos que se quejan del estallido, que dicen ‘oh, que fue violento’. Bueno, la principal responsabilidad del estallido la tienen quienes hicieron lo suyo para que fracasara el proceso constituyente de Bachelet“, expresó.

Eso sí, puntualizó que “eso no corresponde sólo a la derecha o a la derecha que está en Chile Vamos. Había dentro de la Nueva Mayoría una parte importante de la Nueva Mayoría que simplemente no quería una nueva Constitución de verdad. Yo creo que el principal opositor dentro del gobierno de la idea de una nueva Constitución era el jefe de gabinete de la época“.

Proceso constituyente 2020

En tanto que sobre el proceso actual, que tendrá un momento definitorio el domingo 25 de octubre, Atria proyecta que “si en el plebiscito participa más o menos el mismo rango de personas que participan en una elección normal, entre el 40% y el 50%, lo que tendremos que decir es que esa fuerza social que irrumpió el 18 de octubre no está ahí, decidió no estar“.

Lo anterior implicaría, de acuerdo a su argumentación, que “si no entra, entonces, yo creo que no va haber proceso constituyente: va haber un proceso formal, pero va a ser visto como un arreglo más (entre la clase política), porque la fuerza que le da vitalidad a este proceso no va a estar”.

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Es por lo anterior que califica como “una oportunidad histórica, yo creo que va a ser el evento político más importante del resto de nuestras vidas“, porque “va a cambiar nuestra comprensión de lo que significa Chile”.

Finalmente, destacó que prácticamente la totalidad de la campaña constitucional, “ninguna figura relevante está diciendo ‘mire, esta Constitución es la que Chile necesita, por eso yo Rechazo‘ o ‘yo Rechazo porque quiero que continuemos con esta Constitución’. No la mayoría dice ‘Apruebo porque quiero otra Constitución’ y los que dicen Rechazo dicen ‘yo Rechazo, pero, pero, pero Rechazo para cambiarla'”.

“La Constitución se hizo repentinamente indefendible y se hizo indefendible por qué, porque fue desahuciada por el pueblo el 18 de octubre, la Constitución se acabó el 18 de octubre”, concluyó.

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